Inicio Noticias Un hombre casado con el triatlón a los 48 años: “Entreno 21...

Un hombre casado con el triatlón a los 48 años: “Entreno 21 o 22 horas a la semana”

Hay hombres casados con el Ironman. He conocido a uno de ellos: Rafa Espinar, que tiene 48 años, dos hijos y un matrimonio feliz. Él explica que sólo hay un culpable: la motivación. 

Esta es una historia distinta. Él es un monitor acuático en el Ayuntamiento de Santa Perpètua de Mogoda, donde explica su afición por el deporte de larga distancia que le acompaña desde hace casi 40 años. Hay una piedra angular, la motivación, capaz de mover montañas y de fabricar, en este caso, un personaje distinto a todo. Un fenómeno. Ha hecho hasta un triatlon en Alpe d’Huez.

¿Quién es Rafa Espinar?
Soy un padre de familia de 48 años de dos adolescentes de 17 y 14. A los 11  empecé a practicar atletismo. Y en 2006 me inicié en el triatlón. Y todavía sigo vivo.

Lleva 17 años entonces.
Dedico 21 o 22 horas semanales, la mitad de lo que hace un profesional.  Es mucho, sí.  Pero mi trabajo de monitor acuático me concede ese tiempo.

Monitor acuático.
Sí, enseño a nadar a  chavales y a gente mayor.

¿Y no sale cansado?
No es problema de cansancio, sino de prioridades. Busco tiempo. Lo encuentro. Por ejemplo, en vez de echarme la siesta, me voy a entrenar. Y, si he de levantarme a las siete de la mañana, no hay problema.

¿Y compensa?
Para mí, sí, porque esos ratos en los que estoy entrenando los valoro mucho. No se los quito a nadie porque aprovecho momentos en los que mi mujer está trabajando. Me gusta y forma parte de mi vida cotidiana. Para mí entrenar es como sentarme a comer. El día que no entreno me siento extraño.

Sin embargo, no es un trabajo.
Para nada. Es una afición. Lo sé. Pero es una parte de mi vida desde pequeño. Si tengo un objetivo debo prepararlo, y eso me hace mejor persona y me ha permitido conocer mucha gente. Mi siguiente idea es dar charlas en escuelas y en institutos para fomentar el deporte y, sobre todo, la constancia, para demostrar que no hay excusas.

Usted es padre de dos adolescentes
Mis hijos ven lo que hago y ven que cada día estoy insistiendo. Hay días mejores y peores, sí. Pero esto forma parte de la vida. Ellos lo ven porque soy su padre. Pero, lo que le decía, me gustaría transmitirlo a más adolescentes.

¿Los adolescentes son complicados?
Sí, a veces sí. A veces están perdidos. Sólo saben lo que es el fútbol y el baloncesto. Pero hay más deportes en la vida. Yo he hablado con chavales de la edad de mis hijos que no saben lo que es el triatlón. Se quedan extrañados porque no lo conocen. ¿Por qué perder la oportunidad de profundizar?

¿Y sus hijos piensan igual?
Mis hijos antes me decían: ‘papa, si no ganas carreras, ¿para qué entrenas?’. Pero entonces les convencí de que hay algo más importante que ganar que es estar a gusto contigo mismo y con lo que haces. Hoy saben que esto forma parte de mi constancia y el hecho de que tenga 48 años no me  impide seguir viviendo así.

Es una buena enseñanza.
Es mi vida. Yo lo hago porque me gusta. No por los demás. Para mí el deporte es tranquilidad, autoestima, ambición, la posibilidad de plantear retos diferentes y de descubrir como responde tu cuerpo. Llevo 20 Ironmanes a las espaldas y ahora voy a por el Ultraman (dos Iroman en tres días)

¿Y queda margen de mejora?
Mi entrenador dice que sí. Pero quizá mi mejora es la de aguantar. A mucha gente le gustaría estar como estoy yo. Todavía puedo apretar. Aún me gusta sufrir y ese sufrimiento me hace feliz. Hay gente que no lo entiende, pero yo soy capaz de ir a entrenar a las dos de la tarde en verano y me satisface.

¿Cómo compensa el tiempo que le dedica a esto?
Cuando conocí a mi mujer ya era así. No la engañé. Ella es muy permisiva. De hecho, está haciendo el Camino de Santiago sola. El Camino Primitivo. Desde Oviedo hasta Santiago. Así que estamos a la par. Me dice ‘yo me voy sola, no hace falta que vengas a buscarme’.

¿Y no le apetecía?
A mí no me gusta andar. Me aburre mucho. Casi siempre voy corriendo. No me lo planteo. No le voy a engañar. Mi sitio de desconexión es el entreno. Cuando acabo estoy más relajado. Al principio me costaba mucho nadar. Pero ahora cada vez me gusta más y gracias a los tres deportes he aprendido muchas cosas que luego puedo transmitir a la gente.

Es usted una enciclopedia.
La experiencia me ha abierto el  abanico para enseñar. No tengo estudios de Educación Física, pero tengo años de práctica. Me han pasado todo tipo de cosas entrenando, compitiendo. He sufrido mucho y he encontrado muchas satisfacciones.

¿Qué le diferencia de uno de élite?
Un Ironman me puede costar 700 euros o más porque no vas solo. Te acompaña la familia. Así que tengo que buscar sponsors y poco a poco van saliendo. Tengo mi repercusión. He ganado varias carreras. Existe el boca a boca. Gracias a eso voy tirando.

Mucho mérito.
No lo sé, pero es lo que hay. De mi sueldo no puedo coger dinero para esto. Mi familia es lo primero. Yo no me gano la vida con esta afición, pero me esfuerzo para que no me cueste dinero. He ganado varias carreras y en medios de comunicación regionales salgo bastante. Todo eso suma.

Ya lo creo.
Creo que sí. No me quiero estancar. Me niego. Por eso no me importa invertir tiempo en buscar sponsors.  Es un esfuerzo extra que debo hacer para poder competir. Pero lo acepto. Soy mi propio representante y es duro. Le puedo decir que cuando la gente me pregunta ‘¿qué carrera vas a hacer?’ no puedo contestar porque no lo sé. Muchas veces hasta tres días antes.

Siga así. 
Ojalá pueda. La motivación está ahí. Hace un año me rompí el quinto metatarsiano. Tuve que estar mucho tiempo parado. Sin embargo, de enero a mayo preparé el Ultraman y lo gané. ¿Por qué? Por lo que le decía antes. Por la motivación. Es mi gran aliada.

 


Suscríbete a nuestro newsletter

Recibe en tu correo lo mejor y más destacado de BICIO

Deja un comentario

Please enter your comment!
Please enter your name here

Con la publicación de un comentario acepto expresamente recibir la newsletter y soy conocedor de que puedo darme de baja en cualquier momento de acuerdo a nuestra política de privacidad