En bicicletas de montaña no hay ningún tipo de duda. Los frenos de disco son los reyes y prácticamente ninguna bici mínimamente decente (por no decir ninguna) lleva frenos de zapatas. Sin embargo en las bicis de carretera existen opiniones encontradas al respecto. ¿Son realmente esenciales? ¿Qué beneficios tienen respecto a los de zapata?
De momento hay que señalar que si te vas a comprar una bici nueva (de gama media o alta) es muy posible que ya venga con frenos de disco incorporados, por lo que la discusión acabará en este punto. Y es que en los últimos años los fabricantes han apostado por los frenos de disco en prácticamente toda su gama.
Pero si tienes pensado comprar una bici de carretera de segunda mano o una bici de gama más baja, ahí sí que encontrarás modelos que lleven frenos de zapatas o incluso que solo tengan frenos de disco en la rueda delantera o la trasera. Ahí es dónde tendrás que elegir, y para eso te mostraremos algunos puntos interesantes sobre los frenos de disco en las bicicletas de carretera.
PROS de los frenos de disco
- Capacidad de frenado: sin duda, los frenos de disco tienen mayor potencia de frenada. Esto puede ser negativo sobre todo en los primeros días, pues puede ser que frenes más de la cuenta. Pero en cuanto te hagas con el tacto de los frenos de disco, frenarás más rápido. Además, con los frenos de disco no hace falta aplicar tanta fuerza en la maneta, lo cual se puede agradecer sobre todo en bajadas prolongadas con muchas curvas en herradura.
- Frenado con lluvia: todos hemos tenido una bici con frenos de zapata y sabemos que, en caso de lluvia, su eficacia se ve reducida. La acumulación de agua y suciedad en la llanta implica que tengamos que anticipar mucho la frenada, lo cual aumenta mucho la distancia de frenada. O lo que es lo mismo, para conseguir la misma reducción de velocidad tienes que empezar a frenar mucho antes con los frenos de zapata. Y esto, obviamente, supone una disminución de la seguridad, pues en ocasiones pueden surgir imprevistos que requieran una frenada más directa, que no requiera de dicha anticipación.
- Limitación de los neumáticos: los frenos de zapata provocan una limitación física del ancho de la llanta y del neumático. Con frenos de zapata no podrías usar neumáticos de más de 28 mm de ancho sin cambiar de modelo de bicicleta. En los frenos de disco, como no van montados sobre la llanta, sino sobre el eje de la rueda, esta limitación desaparece.
CONTRA de los frenos de disco
- Son más pesados: si eres un obsesionado con la ligereza de tu bici este será el principal contra de los frenos de disco. Aunque los modelos cada vez son más livianos el sistema de frenado de disco es más pesado que el de los frenos de zapata. De ahí que las bicicletas de carretera con freno de disco hayan sufrido un “engorde” respecto a modelos similares de freno de zapata.
- Mecánica más complicada: los frenos de zapatas son extremadamente simples y muchos ciclistas realizan ellos mismos la revisión, reglaje y cambio de zapatas. Sin embargo, los frenos de disco son más complicados de instalar y mantener. Su sistema hidráulico requiere conocimientos y ciertas herramientas que van más allá de una simple llave Allen.
- Precio: los frenos de disco, sobre todo aquellos que son más ligeros, son muchísimo más caros que los sistemas de zapatas. Primero porque requiere de dos piezas y segundo porque necesitan unos materiales más desarrollados y caros. Además, la manutención de los frenos de disco también es más cara.
Ahí tienes los pros y los contras. Ahora toca mirarse el bolsillo, mirar las prestaciones, y si te convencen, pues a por una bici de carretera con frenos de disco.
