ESTO ES LO QUE HAY

La fuerza de un equipo y el talento de Messi

Toni Frieros

LA PREGUNTA no me la hago yo solo, se la hacen todos los barcelonistas y todos los aficionados al fútbol: ¿qué sería de este Barça sin Leo Messi? Seguramente lo mismo que el Real Madrid sin Di Stéfano, el Barça sin Kubala, el Ajax sin Cruyff, la Argentina del 86 sin Maradona o este Madrid sin Cristiano Ronaldo...

El peso específico de Leo Messi en el juego colectivo del FC Barcelona es enorme, como lo es el de CR7 en el Madrid. Dos equipos que, sabedores del talento individual que tienen esos dos futbolistas, adaptan sus sistemas de juego para extraer lo mejor de sus respectivas estrellas.

Desde que Pep Guardiola sacara a Leo Messi de la banda y lo colocara de falso delantero centro, la capacidad de respuesta del colectivo ha cambiado... para mejor. La presencia de Leo ahí, dentro del área, es una amenaza para los rivales, un campo de minas. Messi se mueve como pez en el agua, de ahí sus estratosféricos números. Ahora bien, convendría tener en cuenta que tampoco Messi, por muy bueno que sea, estaría donde está sin la fuerza del equipo que le acompaña. Leo es la guinda del pastel de un Barça que ha hecho de la posesión del balón su forma de ser. La combinación, el pase, la pared, la presión, son señas de identidad que han acabado cuajando de tal forma que en todo el planeta se reconoce y se admira el fútbol de los azulgranas.

Messi es el resultado final de una suma de factores, donde tan importante son las paradas de Valdés, las incursiones de Alves y Alba, la posición de Busi, el talento de Iniesta y Xavi, el trabajo de Cesc, Pedro o Alexis... Sí, es verdad que en muchas ocasiones, cuando el equipo se atasca, aparece el genio desbocado de Messi, capaz de conseguir lo que parece imposible. Que se lo digan al Milan.