DIRECTO A GOL

El día que Arbeloa quedó en evidencia

Toni Frieros

HUBO MUCHOS damnificados en la final de la Copa Confederaciones. Muchos... Más allá del resultado, quedó demostrado lo que pasa cuando unos, además de calidad individual y colectiva, muerden, presionan y disputan cada balón como si les fuera la vida. De ese Brasil-España hay un jugador, por encima de todos, que quedó en evidencia. Y no me sorprende que sea así porque hace mucho, mucho tiempo, que no entiendo cómo puede ser titular en el Real Madrid y en la selección española. Sin menospreciar su profesionalidad ni menoscabar en su buena voluntad, Arbeloa demostró que no tiene nivel ni calidad para este tipo de partidos. El salmantino es disciplinado tácticamente, pero en el fútbol de élite actual son necesarios laterales como Alves, Alba, Marcelo... que además de defender sepan atacar, tengan profundidad y que, obviamente, sean capaces de centrar o de superar a su oponente en el uno contra uno, no solamente haciendo faltas. En ese menester, Arbeloa es el número uno. Con Mourinho embruteció su fútbol, que no había sido tan tosco en el Liverpool. En el recuerdo, aquel tremendo pisotón a traición a Villa o el mamporro sin balón a Pedro. Entre otros muchos arañazos... España es la cara y la cruz con Alba y él en los laterales. Uno entra, sorprende, desdobla... El otro, lo mejor que hace es pasar el balón hacia atrás una y otra vez. La primera parte que hizo ante Brasil fue para recordar. Para que no se repita, claro.