DIRECTO A GOL

¿Alguien quiere ser presidente?

Toni Frieros

Sabido es que el fútbol, hasta que pasó a ser SAD, se convirtió en la atalaya perfecta para la llegada a la presidencia de personajes con irrefrenables deseos de gozar de reconocimiento social. Poco importaba si sabían mucho o poco de fútbol. Tampoco han cambiado en exceso los nuevos requisitos porque el hecho de avalar para ser directivo sólo demuestra que la primera virtud es tener mucho dinero o patrimonio para poder pagarse el lujo, el capricho o la ilusión de estar en el club de tus amores. Florentino Pérez, por ejemplo, ha remodelado los estatutos del Real Madrid y ahora solo podrá ser presidente quien sea multimillonario y tenga muchos años de carnet. Y en el FC Barcelona, ojo con la gestión que haces porque siempre existe el riesgo de que la junta entrante, según su criterio, te puede endosar una Acción de Responsabilidad 'comme il faut'.

Viendo como les fue o les ha ido a Jesús Gil, Agapito Iglesias, José María del Nido, Manuel Ruiz de Lopera, Juan Soler, Ramón Calderón, Josep Lluís Núñez, Joan Laporta o Sandro Rosell uno diría que los presidentes de fútbol tienen un imán para vivir procesos judiciales, ya sea por cuestiones derivadas del fútbol o ajenas a él. Total que, tal y como está el patio, me lo pensaría mucho a la hora de formar parte de una junta directiva. Que se lo digan a los que acabaron el mandato con Laporta o entraron con él en 2006. Yo me quedaría en mi casa.