De 'verde' no hay cumbre que se resista

Hoy quiero dedicar esta columna a tod@s l@s que en uno u otro momento os habéis vestido con nuestro 'verde', el de #lalluitateam.

No sé si habéis experimentado lo mismo que cuando yo lo hago. 

El verde nos hace más rápidos, más fuertes y mucho más seguros. 

Es fácil, llevando el nombre y el color de nuestra causa nos sentimos mucho mejor. 

Porque allí donde vamos se habla de La Lluita y de la investigación de la histiocitosis y del cáncer infantil. Qué bien le hacen a la misma personas como Oliver e Irene. 

No me cansaré de repetir que su determinación y esfuerzo ha permitido a much@s que luchan como lo hizo su pequeño Arnau, a seguir soñando con el mejor de los regalos posibles: la vida.

Hay que luchar con tod@s las fuerzas y creer que es posible: ¡claro que lo es!

Por eso esta semana en nuestro ascenso al Puigmal quisimos llevar con nosotr@s nuestro verde de La Lluita. Porque queríamos reivindicar una vez más nuestra causa, la de los niñ@s, familiares y amig@s que, de una u otra manera, luchan contra la más injusta de las enfermedades. No vamos a dejar de subir montañas a pie, corriendo, sobre la bicicleta y cruzar mares nadando, para que se hable de #lalluitateam y para seguir recaudando, grano a grano, montañas de esperanza.

Aprovecho para recomendaros subir al Puigmal, desde la vertiente de Fontalba, por ejemplo, donde termina la pista que sale de Queralbs. De ahí, se baja por la Coma del Embut (vertiente norte), hasta el inigualable enclave de la Vall de Núria, de su santuario y su lago. En adelante, se cierra la ruta circular atravesando el sendero que une el santuario con la collada de Fontalba.

Junto al "capi" Pepe y su compañera Paula, y la mía, Miriam, ascendimos los 2.913 metros hasta la cima del Puigmal, la montaña más alta de las comarcas de Girona.

Permitidme ofreceros una recomendación turística. Si tenéis ocasión, no dejéis de visitar en algún momento de vuestras vidas este paraíso que tenemos justo aquí, en el Pirineo catalán. 

Para los que sois amantes de disfrutar de los pequeños grandes momentos en familia, o de gozar de lleno de la naturaleza y del deporte... no dejéis escapar la oportunidad de ver imágenes y pasear por senderos y por caminos que recordaréis de por vida.

¡Qué bonita es la vida!

¡La vida y La Lluita continúan!