Selección española

Los motivos del fracaso del experimento de Lopetegui

Julen Lopetegui aprovechó el amistoso ante Inglaterra para innovar con el esquema y el once inicial de la selección. El nuevo ensayo con defensa de tres fue un fracaso

Lopetegui volvió a probar con una defensa de tres.

Lopetegui volvió a probar con una defensa de tres. / sport

Christian Blasco

España empató milagrosamente ante Inglaterra en un partido que parecía abocado al fracaso. Lopetegui volvió a probar, sin éxito, con una defensa de tres jugadores.

El seleccionador español quiso experimentar aprovechando que se trataba de un encuentro amistoso y a raíz de las bajas que tenía el equipo. España salió de inicio cerrando con tres atrás (Azpilicueta, Íñigo Martínez y Nacho), con Carvajal y Vitolo ocupando los costados, Busquets de pivote, Aduriz en la punta de ataque y sus tres jugadores más talentosos (Silva, Thiago y Mata) con libertad para actuar por dentro.

La selección española vio como el plan de Lopetegui se veía superado en los compases iniciales por una Inglaterra atrevida, que no tuvo ni siquiera la necesidad alardear de juego para ponerse por delante en el marcador ante una España sobrepasada. El plan inicial de Lopetegui fracasó por varias razones.

Lentitud en la circulación

Probablemente uno de los asuntos más preocupante para Lopetegui, que se degañitaba en la banda pidiendo a sus pupilos más velocidad a la hora de circular. Tanto en la parte trasera como cuando el balón llegaba al centro del campo, las transiciones del equipo con el balón eran demasiado lentas, favoreciendo la presión inglesa.

Ni juntando a jugones como Silva, Mata, Busquets y Thiago por dentro España pudo salir jugando con velocidad. Los de Lopetegui abusaban de organizar sus ataques por dentro, donde Inglaterra juntaba el grueso de su equipo. Cada robo en esa zona era un regalo para una Inglaterra preparada para el contragolpe.

Southgate alineó un equipo preparado para el contragolpe

Southgate preparó a su equipo para lanzarse al ataque tras robo, con Henderson como lanzador, Lallana como conductor de contraataques si el robo era más adelantado y tres auténticos velocistas en la parte de arriba.

La defensa de tres de España

Azpilicueta, Íñigo Martínez y Nacho fueron los integrantes de este nuevo ensayo con defensa de tres, que ya se pudo ver ante Albania. Ambos pasaron demasiados apuros para superar la presión local. Solo el central de la Real asumió riesgos de inicio para verticalizar sus pases, y su juego terminó pasando factura a una España que perdió demasiados balones en la transición de balón.

Ni Azpilicueta ni Nacho realizaron una conducción para superar la primera línea de presión

Por su parte ni Azpilicueta ni Nacho entendieron cuando debían darle profundidad al equipo con una conducción que superara la primera línea de presión inglesa. Cerrar con tres atrás puede funcionar si los hombres que ocupan los puestos tienen la jerarquía de Piqué o Ramos, pero parece un experimento arriesgado sin ellos sobre el terreno de juego.

Busquets taponado

Fue una de las premisas del equipo inglés. El motor de la selección sufrió un partido en el que siempre tuvo a un jugador local cerca de él. Lallana y Lingard presionaban al jugador del F.C. Barcelona cada vez que este iba a recibir un pase, incomodando su recepción y evitando darle minutos para pensar.

Busquets siempre tuvo a un jugador inglés complicando sus recepciones

A su lado Busquets tuvo a un Thiago inoperante, que no ayudó al equipo en la salida de balón y que no fue el organizador que se esperaba. Silva fue el único de los mediapuntas que participó algo más en la elaboración del juego español.

Recepciones siempre de espaldas

Con Busquets taponado, Thiago, Mata o Silva tuvieron que retroceder bastantes metros para darle a España una salida segura. Sus desmarques de apoyo eran seguidos de cerca por los jugadores locales, que evitaron que pudieran girarse con comodidad. 

Las recepciones de los tres jugadores siempre se producían de espaldas a la portería rival, y con un Busquets bien taponado no podían dejarle el balón de cara al pivote. Para poder ver el fútbol de cara los jugadores españoles tenían que valerse de su talento individual o de alguna combinación rápida con los hombres de banda que descolocara a los locales.

Delantero poco adecuado

Aduriz ocupó la punta de ataque ante Inglaterra, pero su partido fue muy discreto. El esquema no benefició al delantero, que vio como la falta de profundidad de España le privava de los centros de los que se suele abastecer el delantero.

Morata, más dinámico, podría haber sido una mejor opción con este esquema

El jugador del Athletic perdió la batalla ante los defensas ingleses y apenas pudo tocar balones cuando bajo a recibir. A Aduriz le faltó algún desmarque de ruptura que permitiera al equipo otra variante de salida ante la presión que propuso Southgate. En este aspecto Morata, por ser más dinámico, podría haber sido una mejor opción.

Al final Lopetegui terminó cambiando el esquema antes de acabar la primera mitad. Pese a que la mejoría del equipo no fue excesiva, si se hizo evidente que la selección española tuvo problemas con esa defensa de tres llena de suplentes.