España golea por inercia a Macedonia

El remate de Mojsov a bocajarro en los primeros instantes despertó de repente a España. Porque Macedonia dio un doble susto inicial sin avisar. Cuando apenas habían terminado los himnos se plantó delante de David De Gea. También Pandev puso en aprietos al conjunto de Lepetegui con un remate de cabeza. 

Parecía que ahí terminaba el arrebato de Macedonia, pero no fue así ante una España con problemas de contundencia en las dos áreas que fue creciendo a ritmo lento a partir de Thiago.

El centrocampista ha logrado este curso en el Bayern la estabilidad; su particular madurez. Se transmite, también en La Roja. Ahí parece el mejor situado para mantener el librito del estilo. Sobre todo ahora que ya no está Xavi y que Iniesta se encuentra en el tramo final de su carrera.  

Lopetegui volvió a apostar por el mismo mediocampo. Por esa mezcla apañada que forman Thiago, Busquets y Koke. Arriba, Morata protagonizó las primeras aproximaciones de España. El ariete del Madrid estuvo muy activo, pero sin mucha precisión en el remate.

La situación de La Roja (primero de grupo con 10 puntos en 4 partidos) y el nivel del rival marcó el ambiente festivo del encuentro. De partido ordinario. De ahí que la afición se lo pasara en grande haciendo la ola, ajena por momentos al resultado.

Más aún tras el primer tanto de España, que llegó en propia puerta para desgracia de Macedonia. Centró Carvajal y llegó el autogol de Velkovski. El tanto no cambió un partido jugado a medio gas, a sabiendas de la diferencia de nivel entre los dos equipos.

La primera mitad terminó sin chicha; con el recuerdo de la gran parada de De Gea que evitó el susto, los gestos de Thiago y la determinación de Morata. Pero sin continuidad en el juego, y con una intensidad controlada, como ocurre a menudo con este tipo de encuentros.

Factor Vitolo

Tras el descanso, Morata siguió siendo el más puntual en el área. Aunque también Silva se sumó a la fiesta. La tuvo el canario, pero no acertó en el último toque. 

En la otra área desafinó Bartra con un pase al rival que a punto estuvo de costarle el empate a España. Un espejismo en una selección que fue creciendo con el siempre efervescente Vitolo, que vive un gran momento de forma.

El extremo se encuentra a los 27 años el mejor momento de su carrera. Convertido en uno de los jugadores más desequilibrantes de la Liga, terminó encontrando el segundo tanto. Lo hizo de cabeza minutos después de que Morata tuviera que ser sustituido por Aduriz.

El tanto del extremo animó al conjunto de Lopetegui, que atacó una y otra vez la porteria hasta que se aburrió Macedonia. Lo aprovecharon Monreal y Aduriz, casi de inmediato.  Cumplió España, con un solo azulgrana en el once (Busquets), en un partido con aroma de trámite que terminó goleando por inercia.