Ancelotti volverá a apostar por el mismo equipo que viene de ganar

El Villarreal tira al blanco del Real Madrid

El Villarreal será una buena prueba para la supuesta mejoría del Real Madrid, que no le dejará ni pestañear

Alejandro Alcázar

El Real Madrid recibe al Villarreal  en un encuentro prometedor entre dos equipos con filosofía ofensiva y que llegan plenos de moral por circunstancias diferentes. Los blancos, porque levantan el vuelo y parece que dejan atrás la crisis que ha nublado el fútbol que hizo hasta diciembre, y los amarillos porque sacaron billete para los octavos de la Europa League el jueves en Salszburgo y porque están haciendo una excelente temporada basada en un fútbol vistoso y efectivo. 

El equipo de Ancelotti tiene una difícil prueba en la que debe certificar su mejoría ante un rival peligroso, de los que no perdona si dudas y los blancos han tenido muchas en los dos últimos meses. Dudas que ha ido silenciando a medida que ha ido recuperando el tono físico recuperando el equilibrio con Lucas Silva y un Bale mucho más centrado en ayudar al equipo que a sí mismo. Va encontrando la solidez perdida como lo muestra esos tres partidos sin encajar un gol, pero le falta engrasar su pegada que está lejos a la de hace meses. Cristiano, por ejemplo, lleva casi tres 86 días sin marcar en el Bernabéu, aunque va recuperando el olfato con un gol en cada uno de los dos últimos partidos. El Madrid tiene a favor que el Villarreal hará rotaciones tras llegar de Austria donde jugó el jueves y reservar oxígeno para afrontar la vuelta de Copa del miércoles ante al Barcelona en la que sale con una desventaja de 1-3.

Un cansancio que Marcelino quiere paliar repartiendo minutos entre su plantilla y que le impedirá poner a su mejor equipo en un feudo que históricamente no se le ha dado bien. Los amarillos no han ganado nunca en sus 14 visitas al Bernabéu, donde han sufrido once derrotas y sacado tres empates. Marcelino se ve obligado a dividir esfuerzos, pero no es un motivo que pueda provocar la relajación de los madridistas, porque si este ‘Submarino’ tiene algo bueno es su filosofía de juego. Un estilo práctico que evidentemente es más efectivo con sus mejores jugadores. Hoy pierde a Bruno, lesionado, y Cheryshev, cedido por el Madrid que le impide jugar salvo que el club castellonense pase por caja para pagar un pastón. “Los que no van a jugar son los de Salszburgo”, anunció el técnico amarillo, así que se espera que jueguen los menos habituales.

Una ventaja que Ancelotti no quiere tener en cuenta. “Es un equipo de gran calidad, de alto nivel que ganó al Atlético y se lo puso difícil al Barcelona. Para ganar necesitamos hacer el mejor partido posible”, dice el italiano, que saldrá con toco aunque podría reservar a Carvajal que viene renqueante de los últimos partidos y con demasiados kilómetros a sus espaldas. El resto será el mismo equipo que ha ganado los últimos tres partidos, incluido Lucas Silva que ha pasado por la izquierda a Illarramendi. Ancelotti explicó públicamente el por qué. “Ha mostrado gran inteligencia, buen posicionamiento en defensa y en ataque. Es un jugador muy simple, preciso y rápido pasando el balón”, una receta que Illarra debería estudiar. 

El Madrid necesita ganar para mantener las distancias con el Barcelona, que ayer ganaba en Granada y se sitúa a un punto en la tabla. Eso y asentar su fútbol, porque la afición del Bernabéu no le va a perdonar que siga mostrando un juego ramplón y repleto de dudas en un momento clave para volver a recuperar esa filosofía que le llevó a ganar a 22 rivales diferentes. El Villarreal es una excelente piedra de toque, porque es de los equipos que como pestañees te crucifica por su velocidad en las conexiones perpendiculares hacia las porterías rivales. Será un partido abierto con el Madrid como favorito, pero con las lógicas reservas ya que en partidos como estos se pierden Ligas y los amarillos van a tirar al blanco.