LIGA BBVA

El Real Madrid vapulea al Celta para aliviar la crisis

Tras una semana muy complicada, el madridismo alivió sus heridas a costa del Celta, al que goleó sin piedad (7-1), y ya apunta a la Champions y la Roma

Cristiano Ronaldo celebra uno de sus goles frente al Celta de Vigo

Cristiano Ronaldo celebra uno de sus goles frente al Celta de Vigo / sport

Juan Manuel Díaz

Un Real Madrid con dos caras sufrió en el primer tiempo y destrozó al Celta en el segundo con un Cristiano Ronaldo desencadenado, autor de un 'póker' que provisionalmente lo sitúa como líder del Pichichi. El equipo de Zidane quería llegar al duelo de la Champions contra la Roma con aire en los pulmones y lo consiguió.

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LIGA BBVA 2015/16

7
1
Alineaciones
REAL MADRID
Keylor Navas, Carvajal (Marcelo 76'), Pepe, Sergio Ramos, Danilo; Casemiro, Kovacic, Isco (Bale, 68'); Lucas Vázquez, Mayoral (Jesé 70') y Cristiano Ronaldo.
CELTA
Rubén, Jonny, Hugo Mallo, Sergi Gómez, Planas, Wass (Claudio Beauvue, 76'), Marcelo Díaz, Pablo Hernández, Orellana, Nolito y Iago Aspas (Guidetti, 66').

El Real Madrid salió un poco más precavido, influido por la tension del ambiente, con pitos y pancartas para los jugadores y para Florentino Pérez. Enfrente, un Celta que salió decidido a aprovechar la ocasión disputándole el control del partido y la pelota al conjunto de Zinedine Zidane.

El Real Madrid se sintió incómodo durante muchos minutos, incapaz de imponer su ley como había hecho en otros partidos como local en la 'Era Zidane', como las goleadas a Deportivo o Espanyol.

Al contrario, fue el Celta el que dispuso de la primera buena oportunidad, en el minuto 14, cuando Iago Aspas remató de cabeza a la cruceta anticipándose a Carvajal y los centrales, incluso tuvo una segunda ocasión en el rechace, que abortó Keylor Navas, y la tercera quedó anulada por manos.

El conjunto blanco no enseñó las garras hasta el minuto 20, con un disparo lejano de Cristiano Ronaldo que Rubén desvió a córner. Era una acción aislada del portugués que reflejaba la situación, la falta de juego trenzado del Real y la habilidad para contragolpear del Celta.

Un minuto después, Isco disponía de una oportunidad de oro, pero el disparo del malagueño en el área pequeña, a bocajarro, lo desvió Rubén a córner.

ARREONES DE TALENTO

A pesar de todo, el Madrid consiguió desequilibrar la balanza en la recta final del primer tiempo a base de explotar su talento individual. Tres arreones acabaron desarbolando la defensa céltica.

El Real reclamó un penalti, que hubiera sido injusto, de Sergi Gómez sobre Cristiano. Pero la jugada fue suficiente para que el equipo pudiera estar tres minutos seguidos frente al área del equipo vigués.

Isco lanzó una primera falta lateral que remató de cabeza Casemiro y Rubén achicó. La acción se repitió un minutos después pero esta vez el remate de Pepe fue imparable. En el minuto 41 el defensa madridista firmaba el 1-0.

El Celta todavía tuvo energías para intentar el empate en un lanzamiento de falta de Orellana (44'), pero Sergio Ramos desvió el lanzamiento a córner. El Real Madrid, pese a sufrir, se iba al descanso con ventaja.

SENTENCIA CRISTIANO

La resolución llegó poco después del inicio de la segunda parte, mientras la grada aplaudía que Gareth Bale saliera a calentar. Cristiano Ronaldo progresó por el eje del ataque y desde unos 25 metros el portugués lanzó un zapatazo imparable, una 'folha seca' que significó el 2-0 (50').

A partir de entonces el juego del Real Madrid se mconvirtió en una sucesión de cargas de caballería lideradas por un CR7 que, con la posterior entrada en juego de Gareth Bale ganó profundidad y llegada por banda.

En el minuto 57 Cristiano lanzaba de manera impecable una falta para establecer el 3-0. El gol de Iago Aspas, un arranque de orgullo al contragolpe, fue solo un espejismo pues CR7 volvía a marcar en los minutos 74' y 76' y desmontaba definitivamente al Celta.

Jesé y Bale, que entraron en la recta final junto a Marcelo, cerraron la cuenta goleadora para un Real Madrid que se recreaba en un triunfo balsámico para el palco, el banquillo y el vestuario.

Cerrar el pase a cuartos de la Champions frente a la Roma el próximo martes puede ser otro balón de oxígeno para un equipo acuciado por el buen momento del Barça y aferrado a la Copa de Europa para salvar la temporada. Bien encarado tiene la contienda europea (0-2 en la ida)