El Granada-Real Madrid, una prueba de fuego para Zidane

El Real Madrid visita Granada en ese estado de felicidad incompleta provocado por la única visita que han hecho bajo el mando de Zidane a Sevilla, donde se le torció el gesto con un pírrico empate que eclipsaba la mejoría futbolística que asomaba. Le espera un Granada repleto de urgencias, penúltimo en la tabla que se ha reforzado con cinco caras nuevas en el último mercado de invierno. 

José Ramón Sandoval, sin embargo, mantendrá a los habituales dentro de esas dudas que tiene de jugar con tres trivotes o mantener el dibujo habitual consciente de que improvisar contra los blancos puede costarle caro. Nazarís y madridistas se agarran a necesidades diferentes, urgencias que aclaren dos destinos opuestos por abajo y por arriba, en un encuentro abierto con ventaja para el visitante si está a la altura de sus partidos en el Bernabéu. 

Un reto que Zidane intenta inculcar en los suyos incidiendo en salir a por todas desde el minuto uno sin arrugarse por mucho que el rival busque anular las diferencias por medio del ímpetu físico.

NO MÁS REGALOS. Zidane es consciente de  que no pueden permitirse más lujos en esta Liga si aspira a ganarla, objetivo que no descarta con 17 jornadas por disputarse. “Tenemos fe en aspirar aún a la Liga, sobre todo los jugadores. Saben que la situación es difícil por ir detrás del Atlético de Madrid y del Barcelona, pero se puede sacar adelante, y hasta que matemáticamente no se pueda lo vamos a intentar hasta el final”.

Y una de esas 17 finales será esta tarde en el Nuevo Estadio Los Cármenes, en una salida que debería ser accesible para los blancos si no fuese por esas dudas que tienen esta temporada en sus desplazamientos. “Va a ser difícil, porque el rival va a entrar fuerte al partido y juega contra el Madrid. Nosotros también tenemos que empezar fuertes. Hacerlo diferente al partido del Betis. No podemos perder más puntos. Sólo nos vale ganar”, sentencia el técnico francés, que sabe que otro regalo a rojiblancos y azulgranas les dejaría tocados y casi hundidos en la competición de a regularidad.