Que los veteranos tomen ejemplo de los jóvenes

Gündogan y Lamine, durante el Barça - Villarreal

Gündogan y Lamine, durante el Barça - Villarreal / JAVI FERRÁNDIZ

Ferran Correas

Ferran Correas

Tras la dimisión en diferido de Xavi, como así definió el propio presidente, Joan Laporta, el anuncio del adiós del técnico de Terrassa al banquillo del Barça a final de temporada, se esperaba una reacción del equipo ya en el partido contra Osasuna del pasado miércoles. Uno de los motivos que dio Xavi para explicar porque había decidido anunciar su marcha en ese momento fue precisamente que esperaba esa reacción porque estaba seguro de que el equipo iba a quedar liberado.

La plantilla encajó el adiós de su entrenador con sorpresa y tristeza, incluso hubo jugadores que lloraron y algunos le pidieron que se lo pensase. Sabiendo que la decisión es firme y para, como mínimo, darle un buen final al de Terrassa y acabar bien la temporada, Robert Lewandowski organizó una comida de conjura en su casa. Tras haber perdido dos títulos y despedirse prácticamente de un tercero, la reacción debía ser inmediata. Contra Osasuna, sin embargo, ni rastro de ese esperado cambio, como mínimo por parte de un grupo de futbolistas, los más veteranos, los que deben tirar del carro en estos momentos.

Es cierto que, como mínimo se rompió con la mala dinámica de resultados y se ganó el partido, pero el juego del equipo volvió a dejar mucho que desear. La primera mitad volvió a ser plana y aburrida y el equipo volvió a sufrir en los últimos minutos para mantener el resultado a pesar de jugar con un hombre de más durante casi media hora. Sufrimiento causado, en buena parte, por una alarmante falta de ambición para ir a por el segundo gol. Se salvó el resultado gracias a un gol de Vitor Roque (18 años), que salió al campo a comerse el mundo. Fue de lo más destacado junto a la serenidad de Cubarsí (17), el atrevimiento y la calidad de Lamine (16) y las ganas y el empuje de Fermín (20). El partido de los Lewandowski, Gündogan o Frenkie de Jong fue decepcionante.

Que los jóvenes sean los mejores está siendo algo habitual en los últimos encuentros. Fue Lamine, de largo, el mejor jugador del Barça ante el Villarreal. El extremo catalán también fue el mejor del equipo en San Mamés el día que el Barça fue eliminado de la Copa. En aquel partido brillaron también Cubarsí y Héctor Fort. Y si nos remontamos hasta el partido ante el Betis, gran actuación también de Lamine y Cubarsí. Son los jóvenes los que se están rebelando contra la situación y los que están marcando el camino en esta fase de la temporada. Debería ser al revés, pero son ellos los que están marcando el camino. Que tomen ejemplo los veteranos y que tome ejemplo el club y la dirección deportiva ahora que planifica la plantilla de la próxima temporada. La Masia siempre es el camino.