Valverde quiere que esto empiece ¡ya!

Vamos a tener que cuidarlo más como persona que como entrenador”. Una de las cinco personas, vitales, importantísimas, claves, en el organigrama que rodeará a Ernesto Valverde durante las dos próximas temporadas (¡y ojalá sean más!) en el Barça, en las catacumbas del Camp Nou y, muy especialmente, en el laboratorio de la Ciudad Deportiva ‘Joan Gamper’, está absolutamente convencido de que ‘El Txingurri’ necesitará mucha ayuda, mimo, consejos y atenciones en sus primeras semanas al frente de uno de los vestuarios más delicados de la Liga española, el mismo grupo humano que, casi sin reflejo en los medios de comunicación (¡bueno, sí, se conoció el Instagram de Leo Messi, pero poco más!) despidió muy, muy, cariñosamente (mucho más de lo que escribieron muchos, muchos, colegas) a Luis Enrique.

La presencia estos días de Valverde en Barcelona, acompañado de Iñaki Ibáñez, su hombre de confianza para lo que no es fútbol, ha permitido confirmar, ya in situ, en vivo y en directo, cara a cara, a Josep Maria Bartomeu y Robert Fernández que han acertado, plenamente, con el fichaje del extécnico del Athletic, cuya única obsesión, en estos momentos, es que empiece ya la pretemporada “pues se le ve 

-prosigue explicando la misma fuente- con ganas de verse las caras con los jugadores y que el balón comience a rodar, el mejor escenario para que ellos, todos, se conozcan y empiecen a crear un nuevo proyecto ilusionante”.

Los habitantes del semillero azulgrana están convencidos de que los jugadores tienen muchas ganas de colaborar con el equipo de Valverde. “Ganas y necesidad, pues ellos han sido los primeros que han reconocido que la temporada que termina hoy, precisamente, con la final de la Champions, no ha sido buena”. Es posible, muy posible, que la pretensión de Valverde de darle una vuelta más al modelo establecido coincida con la idea de Messi&Cia, en el sentido de que también ellos crean que todo es mejorable porque, como reconoció el nuevo míster, el “crecimiento cero, en fútbol, no existe”.

Valverde sabe que no hay mejores observadores, analistas y críticos que los jugadores de un vestuario repleto de estrellas. Sabe que, desde el minuto uno, tal vez desde ¡ya!, aunque no todos habrán estado pendientes de 

sus primeras declaraciones, va a ser examinado con todo lujo de detalles y, por supuesto, observando sus reacciones y comentarios con lupa. En ese sentido, Valverde tendrá, tanto en Jon Aspiazu, su segundo, como en el zurdo preparador físico, José Antonio Pozanco, buen conocedor de la casa y, sobre todo, del estilo creado por el maestro Paco Seirul.lo, del que ‘Ros’ siempre estuvo cerca y aprendiendo, dos ayudantes de lujo, no solo en el campo, en los entrenamientos, sino también en la gestión del grupo. “Cuando los jugadores vean, en los ‘rondos’, cómo la toca ‘Ros’, su zurda privilegiada, ¡van a flipar! Y son esos detalles los que impresionan a los futbolistas”.

Es por eso que la principal inquietud, sin llegar, por supuesto, a la preocupación, en el entorno más cercano, en el grupo de profesionales que rodearán a Valverde y que ya sirvió a Luis Enrique, sea que ‘El Txingurri’, que se ha ganado ya a buena parte de ellos en sus 48 horas en Barcelona, se sienta cómodo, como en casa (un día lo fue, por supuesto) y, a partir de ahí, solo tenga como inquietud su día a día en el campo, su relación con la plantilla, su manera de conseguir esa vuelta de rosca más al ADN azulgrana.

Valverde sabe, y ni siquiera ha hablado de esas cosas estos días con sus principales interlocutores, que en el Barça no le faltará nada, nada, nada, y que ni siquiera deberá preocuparse de los pequeños detalles del día a día. De ahí que, en su ansiedad y deseo de que el balón empiece a rodar ¡ya!, contemple, como primera necesidad, al margen de conocer y ponerle cara a todos los miembros de la plantilla, el deseo de compartir conversación con ellos, sabedor de que un porcentaje muy elevado de sus nuevos futbolistas tienen mucho que decirle para poder encontrar ese camino evolutivo que pretende.

No se trata de hacer lo que Messi, Suárez y Neymer Júnior quieran. Se trata de conocer sus inquietudes sobre el césped y, sobre todo, compartir conocimientos, experiencias y maneras de afrontar los grandes retos que todos ellos, juntos, tienen la próxima temporada tras la pérdida de Liga y Champions. Quien, en su día, señaló que “Ernesto estará al 98% de acuerdo con Leo sobre cómo hay que jugar”, no dijo ninguna barbaridad.