PSG: el ofendido que ofende

El PSG quiere cerrar ya la operación de Neymar

El PSG quiere cerrar ya la operación de Neymar / AFP

Toni Frieros

Toni Frieros

Se ha escrito y se ha dicho que la multimillonaria y estratosférica oferta que el PSG le ha hecho Neymar ha llegado como consecuencia del acercamiento del FC Barcelona a Verratti. Josep Maria Bartomeu dijo públicamente en varias entrevistas aquello de “Verratti quiere venir al Barça”. Hubiera podido disimular un poquito mejor el presidente azulgrana, pero por mucho que ese interés por el italiano le sentara a cuerno quemado a Nasser Al-Khelaïfi, mandamás del PSG, no es cierto, no tiene nada que ver una cosa con la otra. Lo que viene a poner de manifiesto varias consideraciones. La primera, que resulta patético e inmoral que el PSG se sienta ofendido por el asalto del Barça a Verratti cuando ellos llevan meses calentándole la cabeza a Neymar y a su padre.

Y la segunda, que harían bien todos los clubs es dejar de hablar de principios, juego limpio y otras mandangas y reconozcan de una vez por todas que el fútbol de élite se ha convertido en una inmensa jungla donde impera la ley del más fuerte y donde no hay escrúpulos de ninguna clase. Es una selva sin miramientos donde los agentes y representantes juegan una partida de ajedrez con el fin de ganar el máximo de dinero en el menor tiempo posible. Hay agentes que en solo un mes, sin correr el más mínimo riesgo, sin ser deportistas, ganan lo suficiente para vivir el resto de sus días.

No importa que un jugador tenga o no tenga contrato en vigor. Todos se pasan por el forro las advertencias de la UEFA y FIFA, que impiden negociar con un futbolista antes de los seis meses de la finalización de su contrato. No hay un solo club que cumpla con esa normativa.

Por lo tanto, que el PSG se haga el ofendido con el Barça raya el insulto, pero tampoco el Barça debe sentirse agredido por el PSG. Donde las dan, las toman y ya se sabe, quien escupe hacia arriba...