Los cuatro requisitos que debe cumplir el futuro entrenador

Jürgen Klopp (Liverpool); Jorge Sampaoli (Sevilla); Juan Carlos Unzué (FC Barcelona); Ernesto Valverde (Athletic Club); Ronald Koeman (Everton); Eusebio Sacristán (Real Sociedad)

Jürgen Klopp (Liverpool); Jorge Sampaoli (Sevilla); Juan Carlos Unzué (FC Barcelona); Ernesto Valverde (Athletic Club); Ronald Koeman (Everton); Eusebio Sacristán (Real Sociedad) / Sport

Ernest Folch

Ernest Folch

Luis Enrique se va, pero el Barça sigue. Las personas pasan, pero las instituciones quedan. Es ley de vida. Prueba de ello es que pocas horas después de que Luis Enrique anunciara su adiós, ha empezado el esperado carrusel de apuestas de futuribles, con Valverde a la cabeza y Sampaoli liderando las encuestas populares. La quiniela de nombres es tan interesante como inevitable, pero necesita imperiosamente una reflexión previa, que no tiene que ver con ninguna persona sino con los conceptos. Porque lo cierto es que el Barça no se va a lanzar a fichar a nadie sin una consideración preliminar, necesaria para establecer cuáles son los requisitos del candidato. El club tiene claro que el candidato, sea quien sea, debe cumplir una serie de condicionantes. El primero, el más evidente, es que sea alguien con el denominado ADN Barça; es decir, que entienda cuál es la idiosincrasia de la entidad. El segundo, que puede eliminar candidatos, es que conozca la casa: se valorará que ya haya estado en el club y lo haya conocido por dentro, si es posible como jugador. El tercero, que sea capaz de recuperar la esencia del juego que se ha degradado en esta temporada. El club ha tomado nota de los mensajes de alarma que han emitido algunos pesos pesados del vestuario, que denunciaban, siempre con prudencia y nunca públicamente, que el equipo se había ido alejando de la idea original que lo había hecho tan fuerte. Y el cuarto punto, vital para la evaluación final, es que sea un entrenador con personalidad capaz de gestionar altas y bajas complicadas, como corresponde a cualquier cambio de ciclo: le tocó a Guardiola, le tocó a Luis Enrique y le va a tocar al nuevo que venga ahora. Son cuatro condiciones claras y precisas, que encontrarán fácilmente consenso entre el barcelonismo. Esta es la discusión de verdad, aunque menos mediática que la de los nombres. Por algo el Barça aspira a ser un club diferente: aquí la filosofía es tan importante como las personas.