Llegó la hora del 'Arbitrop'

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Risto Mejide

Risto Mejide

Necesitan ayuda. Y la necesitan ya. Olvídate de la época en la que los árbitros perjudicaban al 

Barça por no pitar goles clamorosos en campos difíciles después de haber estado regalando minutos al rival. Se acabó el darle la espalda a la tecnología en el espectáculo más caro del mundo. ¿Por qué conformarse con instalar el ojo de halcón en los campos de fútbol, si eso ya está más visto que el TBO? ¿Por qué no cruzar la línea al estilo del Benito Villamarín? Llega la era de la tecnología aplicada a los hombres de negro. Llega la era del ‘Arbitrop’. Una mezcla entre el árbitro 1.0 y Robocop. (Me acabo de dar cuenta de que este párrafo no es apto para nacidos después de 1980. Bueno, mira, haber llegado antes). 

El ‘Arbitrop’ no tiene sentido que conserve sus dos ojos, pues está visto que siempre le engañan, y curiosamente siempre en contra de los culés. Para evitarlo, ¿por qué no sustituirle un ojo por una cámara que grabe en 4K? De este modo, podremos rebobinar su cabeza al estilo ‘Black Mirror’ y veremos si de verdad vio lo que dijo que vio, o si vuelve a pitarnos en contra. 

PANTALLAS Y SEGWAY

El ‘Arbitrop’, además, dejará de verse obligado a disimular su preferencia. Por eso, la equipación del ‘Arbitrop’ será sustituida por dos pantallas LED flexibles alrededor del torso, de tal manera que pueda mostrar directamente el color del equipo para el que juegue en cada encuentro. Tampoco se verá obligado a calzarse botas de tacos. Y es que el ‘Arbitrop’ no tendrá que correr ni esforzarse por estar donde suceda la acción. Le hemos mangado un Segway a un grupo de turistas chinos que andaban atropellando viejas por el casco antiguo y se lo hemos puesto a los pies del colegiado, para que vaya siempre pegado a la bola. Nos perderemos los pisotones al estilo Stoichkov, pero y lo mono que le quedará el casquito…

Por si todo esto fuera poco, el ‘Arbitrop’ dejará de tener que rellenar farragosas actas llenas de incorrecciones. En su lugar, al ‘Arbitrop’ se le pondrá una tablet con todas las apps de apuestas instaladas, para que se gane unos dinerillos extras cada vez que le toque pitar. Aunque eso no ocurre en la actualidad. ¿A que no? Ya, ya sé que todo esto igual parece absurdo. Pero primero, no estamos tan lejos de que la tecnología entre en los campos para quedarse. 2018, a más tardar. Y segundo, si a ti te parece ridículo, a mí me lo parece más escuchar al culé quejarse sobre el arbitraje, sobre el sorteo de Champions o sobre lo que sea.

EVITAR LA QUEJA

Creo que la queja es impropia de un club tan grande como el Barça. La queja te empequeñece. Te hace mezquino. La grandeza es generosa, por definición. Y si nos creemos eso de que somos el mayor club del mundo, si realmente somos más que un club, no sé qué hacemos perdiendo tiempo, saliva y energías en quejarnos. No tenemos ya un tamaño como para permitirnos el lujo de poder quejarnos. Tampoco tenemos unas aspiraciones como para permitirnos el lujo de lloriquear. Si fuera fácil, lo haría cualquiera. Si nos regalasen los sorteos, no seríamos el Barça. Seríamos el Madrid. (Ay.)