¿Interesa ahora renovar a Dembélé?

Dembélé

Dembélé

Joan Mª Batlle

Joan Mª Batlle

El ‘caso Dembélé’ ha dado un giro de ciento ocho grados tras la grave lesión que ha sufrido en la Eurocopa. Serán cuatro meses de baja, con lo que nos vamos a finales de octubre, sin hacer pretemporada y perdiéndose nueve o diez partidos de Liga y unos cuantos de Champions. Y finales de octubre significa estar a solo dos meses de que pueda firmar por quien le apetezca y sin que el Barça vea un euro de traspaso.

Tanto deportiva como económicamente, la cosa da miedo. Pero, por otro lado, resulta que Dembélé ha perdido buena parte de la ventaja que tenía. Lesionado, nadie le fichará y si tenía algo adelantado para 2022, lo lógico es que el pretendiente eche el freno y espere a ver cómo evoluciona la cosa. Y si pensaba pagarle diez, pues a lo mejor le ofrece cinco por su historial de lesiones. Así que podría ser que a Dembélé le interesase ahora ir a lo seguro y renovar de inmediato. 

Toda una papeleta

¿Qué tiene que hacer Laporta en esta encrucijada? En primer lugar, yo diría que no precipitarse. Primera pregunta: ¿interesa renovar por muchísimo dinero a un jugador que se lesiona cada dos por tres? Segunda pregunta: antes de que se lesionase el sábado, ¿el club tenía la percepción de que el jugador apretaba más de lo razonable con la amenaza de marcharse gratis?

La respuesta a la primera pregunta pasa por tener un informe médico fiable, cómo se recuperará y si son reversibles las causas de su propensión a las lesiones. La segunda, solo la sabe Laporta y quien haya negociado con él. Lo que está claro es que la decisión es toda una papeleta: supongamos que acepta rebajarse el 20% de los veinte millones brutos al año que ahora gana; quedaría en dieciséis.

Tres temporadas serían 48 millones. Cuatro, sesenta y cuatro. Es dinero. Si se recupera, no se lesiona y juega como los ángeles, perfecto, pero resulta que llevamos cuatro años esperando. Si no, a tragar y a pagar, a no ser que apareciera alguien que se aviniera a ficharle por una cantidad a la que siempre habría que restar las fichas que hasta entonces se le hubieran pagado. Complicado.