Iniesta no puede ser un problema

Iniesta, en el calentamiento ante el Alavés

Iniesta, en el calentamiento ante el Alavés / sport

Lluís Mascaró

Lluís Mascaró

Hacerse mayor es un problema. En la sociedad. En el trabajo. En el deporte. Aquello de que la veteranía es un grado ha pasado, desgraciadamente, a la historia. Estamos hartos de ver personas de cincuenta y pocos años que han sido prejubiladas por ser ‘demasiado viejas’ que es lo mismo que decir ‘demasiado caras’. Y eso es un problema teniendo en cuenta que la esperanza de vida ha crecido de forma considerable en el siglo XXI. Y va a seguir creciendo. Gente perfectamente válida, física e intelectualmente, tiene que resignarse a no sentirse útil por haber nacido antes de 1960.

Esta reflexión viene a cuento del ‘caso Iniesta’. El capitán del Barça, que acaba contrato el 30 de junio de 2018, todavía no ha renovado. Y, vistos los gestos y oídas las palabras del futbolista, parece que las negociaciones para certificar su continuidad no van por buen camino. Aunque el presidente Bartomeu asegure lo contrario... Iniesta no debería ser un problema. Porque, además de ser una leyenda en activo del fútbol mundial, todavía tiene cuerda para rato. Dosificándose, claro. No jugando todos los partidos, por supuesto. Pero su esencia y su magia siguen intactas.

Resulta curioso, por calificarlo de alguna manera, que ningún jugador del mejor equipo de la historia del Barça haya acabado su carrera en el club blaugrana. Valdés, Xavi, Puyol (este por lesión)... ¿Será el próximo Iniesta? Esperemos que no. El capitán blaugrana no está para jubilarse en Catar. De hecho, muchos clubs españoles y europeos pagarían por tenerlo en sus plantillas. Pero Iniesta quiere seguir en el Camp Nou. Eso sí: en las condiciones que se merece uno de los mejores centrocampistas de todos los tiempos. Para Iniesta, hacerse mayor no debería ser un problema. Y para el Barça, tampoco...