El gran acierto de Zubizarreta

Ter Stegen, pieza clave para el FC Barcelona de las próximas temporadas

Ter Stegen, pieza clave para el FC Barcelona de las próximas temporadas / Valentí Enrich

Xavier Ortuño

Xavier Ortuño

Demasiadas veces denostado, Andoni Zubizarreta tenía un peso sobre su cabeza. Era el propio presidente, entonces Sandro Rosell, quien le metió toda la presión encima: “Esto del portero es cosa tuya. Pobre de ti que falles”, le dijo Rosell cuando se supo que Víctor Valdés no continuaría en el club. Había que encontrar a un sucesor, a poder ser igual de duradero que el canterano. Zubizarreta, introspectivo él, asumió el reto con prudencia, tomándose a conciencia la misión encomendada. No era fácil suplir a un meta que había calado y porque, además, todos jugamos a entrenadores o a secretarios técnicos.

Había varias opciones encima de la mesa: Courtois, pretendido por una parte de la directiva, Leno, Guaita o Diego Alves. Zubizarreta hizo caso omiso a todas las presiones y apostó por Ter Stegen. Se entrevistó con él en su casa, le fue a ver innumerables ocasiones y se quedó sin ningún tipo de dudas. Era el hombre para la próxima década de la misma manera que lo había sido Valdés.

La llegada de Luis Enrique y la de Juan Carlos Unzué provocó que los nuevos técnicos pidieran a Zubizarreta un segundo portero, más experto que Ter Stegen, más hecho, más maduro, de rendimiento inmediato. Y así fue como llegó Claudio Bravo. Unzué y Luis Enrique aceptaron a Ter Stegen pero querían no jugársela solo a una carta, con un chico demasiado joven. Bravo jugó la Liga y Ter Stegen fue campeón de Europa, una muestra del buen ojo de Zubizarreta.

Marc André Ter Stegen quiso esperar para encontrar la plenitud en el Barcelona. Aceptó el primer año, aguantó el segundo pero el tercero ya no estaba dispuesto a repetir con su papel de segundón.

Tras la rebelión del verano, el Barça vendió a Bravo y se quedó con Ter Stegen. Al acierto en el fichaje de Zubizarreta se produjo el acierto en la venta de Robert Fernández.