Un empate con sabor a victoria

Puntazo de oro. Golazo mágico. Y reacción de campeón. El Barça consiguió, gracias a un cabezazo sensacional de Luis Suárez, un complicadísimo empate en su debut en el Wanda y sigue sin conocer la derrota en la Liga. Los blaugranas no pudieron sumar su octava victoria consecutiva, pero el 1-1 ante un duro Atlético tiene tanto valor como un triunfo.

El duelo ante el conjunto de Simeone era el compromiso más difícil al que se enfrentaba el Barça desde el inicio del campeonato. Por la potencia del rival. Por el ambiente hostil del Wanda. Y, sobre todo, por el cansancio acumulado por las estrellas blaugranas por culpa de los partidos de selecciones. Pero el equipo de Valverde supo superar todas las dificultades y sumar un punto de muchísimo valor.

Y eso que Valverde sorprendió a todos con su alineación: apostó por André Gomes como tercer hombre de ataque, junto a Messi y Luis Suárez. El técnico le dio una gran oportunidad al portugués, en un partido de alto voltaje, y éste volvió a decepcionar. Gomes sigue sin saber a qué juega y eso perjudica al equipo. El técnico le mantuvo los 90 minutos sobre el campo todavía no se sabe muy bien por qué...

El Barça jugó una mala primera parte. Sin ideas. Sin capacidad para generar ocasiones. Y el Atlético se encontró con un golazo inmenso de Saúl. En la segunda mitad, los blaugranas apretaron más. Sin frescura. Pero con orgullo. Con ambición. Sabiendo que no podían perder el partido. Y lo empataron. Con ese tanto de Luis Suárez que vale un punto de oro. Y que demuestra que este equipo va a por todo.