La Champions nos emociona

La Champions es la COMPETICIÓN en mayúsculas. Aunque muchos técnicos aseguren que ganar la Liga tiene más mérito por aquello de la regularidad, la Copa de Europa es el torneo que, de verdad, nos emociona. Me lo dice mi mujer: “A mí lo que me gusta es la Champions”. Como a la mayoría de los culés. Que sueñan con rememorar las noches mágicas del Barça de Rijkaard y Ronaldinho, de Guardiola y Messi o de Luis Enrique y el tridente. Y, por supuesto, de la primera Copa de Europa, conquistada hace ya 25 años por el Dream Team de Cruyff. 

Tener cinco Champions para una afición acostumbrada a ser ‘celebra-recopas’ se antoja un éxito impresionante. Pero cuando empiezas a hacer comparaciones con el Madrid te viene el bajón: seis títulos en color y otros seis en blanco y negro. Especialmente duro resulta comprobar que el Barça solo ha podido ganar una de las últimas seis ediciones del mejor torneo del mundo a pesar de tener al mejor futbolista de la historia en su equipo. Es una deuda que tiene Messi. Y que esta temporada parece dispuesto a cobrarse. La Champions con el Barça y el Mundial con Argentina son los dos grandes objetivos del crack blaugrana para el 2018. 

Para ganar la Champions se necesita, además de una excelente plantilla, un mucho de fortuna. La que ha tenido (por no decir otra cosa) el Madrid en los dos últimos años. El Barça debe agarrarse a lo que depende exclusivamente de sus jugadores: el fútbol. E intentar llegar lo más lejos posible. Caer en cuartos, como la pasada campaña, sería un nuevo fracaso. Pero hay que ir cimentando el camino poco a poco. Empezando por esta noche. Ganar al Olympiacos sentenciaría la clasificación para octavos de final. Un buen motivo para no perderse el encuentro. Mi mujer seguro que no lo hará. Es la Champions…