Rondo Blaugrana

El cerebro del Barça

Pellegrino y Luis Enrique, en una imagen durante el Barça-Alavés de este sábado

Pellegrino y Luis Enrique, en una imagen durante el Barça-Alavés de este sábado / sport

Xavi Torres

¿La versión B del Barça debe ganar al Alavés? Por supuesto. ¿Puede Luis Enrique, a las puertas del estreno de la Liga de Campeones, plantear una gran rotación? Solo faltaría. ¿Puede pasar lo mismo hoy contra el Celtic? Es fútbol, pero es difícil. Entonces, ¿qué pasó el sábado? Aunque el motivo nunca es único y que el tono físico del equipo aún no es el óptimo, la conclusión al 1-2 es que Luis Enrique tiene mucho trabajo por delante. 

Que el Barça haya ganado tanto en estos últimos 25 años (más que en toda su historia) se debe a la continuidad de una idea futbolística. Este fenómeno, convertido ya en hecho cultural, ha transformado al club en la referencia mundial. ¿Y cuál es la ventaja? Que pasan los años, los entrenadores y los futbolistas pero se mantiene la idea. Guardiola no fue el cerebro del Dream Team. Xavi, tampoco el del equipo de Pep. E Iniesta no lo es del de Luis Enrique. Ni siquiera Messi. El cerebro del Barça es el método. Y claro, Guardiola, Xavi, Iniesta y Messi, son los mejores exponentes de esta manera de ver el fútbol. Su inteligencia y talento puestos al servicio del grupo. 

Volvamos al sábado. Del equipo titular, solo Sergio sabe de lo que hablamos. Y tal vez Mascherano. El resto, en la guardería táctica. Con más o menos talento, pero en fase de aprendizaje. Y el método, que es muy complicado, no se aprende viéndolo por la tele sino practicándolo. Cuando un equipo rival se cierra (5-4-1, o peor) te da soluciones a partir de actos y movimientos coordinados con y sin balón. Con ellos es más fácil superar la ausencia de espacios. Ante el Alavés no hubo nada de eso. Si encima no está Messi para solucionar los dolores de cabeza, el escenario se complica más.

No hay lugar para el alarmismo. Volverán Sergi Roberto, Piqué, Iniesta, Messi... al lado de Sergio, más el talento de Neymar y Suárez, y todo volverá a su cauce. Pero si la idea de la rotación es real, como se ha anunciado, deberá aparecer Luis Enrique. Sin la ayuda del conocimiento que tiene el futbolista de la base (porque todos son fichajes de otros clubes) el técnico deberá instruir al recién llegado en esta idea común. Es verdad que la distancia de talento entre titulares y suplentes es menor pero también lo es la calidad de la ejecución del hecho diferencial del Barça, su manera de jugar. Ya se vio el sábado: los azulgrana fueron mucho más humanos (y repetimos, de diez partidos este Barcelona le debe ganar nueve y medio al Alavés). Recuerden: los mejores jugadores no hacen siempre el mejor equipo. Tiempo para Luis Enrique.