Arabia, un problema para el Barça y el fútbol

Joan Laporta sale de las oficinas del Camp Nou tras la junta

Joan Laporta sale de las oficinas del Camp Nou tras la junta / sport

L. Miguelsanz

L. Miguelsanz

El ‘fair-play’ financiero queda obsoleto y Arabia Saudí ya ha cambiado el mundo del fútbol. La brutal inversión patrocinada por el Estado para promocionar el deporte ha dinamitado el mercado de fichajes y amenaza claramente la hegemonía de los clubes europeos anclados en unas normas financieras que les hace imposible competir con la locura de los petrodólares.

Lo que está pasando este verano no es bueno para el fútbol y algún organismo debería intervenir, tal y como ha pretendido hacer la UEFA con su famoso ‘fair-play’ financiero. No puede ser que unos tengan unas normas obsoletas para fichar, mientras que otros dispongan de todo el dinero del mundo para tocar a los mejores jugadores del planeta con ofertas absurdas y fuera de mercado. Ahora esto ya es un problema, pero en el futuro puede llevarse por delante la estabilidad deportiva de muchos, el Barça entre otros.

Y es que el club blaugrana también se las ha visto este verano para mantener lo que tiene e ir a un mercado ‘dopado’ y mucho más caro por la intervención de los árabes. A Lewandowski le intentaron seducir teniendo contrato en vigor, Gündogan finalmente rechazó ofertas por su voluntad de jugar en el Barça y la llegada de Brozovic puede acabar en nada por una propuesta del Al-Nassr que haría temblar a cualquier jugador. Pagar esas cifras escandalosas para comprar voluntades es lícito siempre que todos pudieran jugar con las mismas reglas. Porque mientras LaLiga se empobrece, otros regalan cantidades ingentes de dinero sin ningún sentido.

Es curioso que LaLiga haya decidido flexibilizar algo el límite salarial de los equipos, ahogados por no poder fichar a pesar de que la mayoría están saneados. Y es que así no se puede competir mientras se conviva con los clubes-Estado y países como Arabia Saudí decididos a gastar lo que solo ellos tienen para ganar. La FIFA debería tomar cartas en el asunto para equilibrar la situación porque el fútbol se puede ir al traste. Si no lo hace, clubes como el Barça o el Madrid pueden quedarse sin sus estrellas devaluando sus campeonatos y el fútbol europeo. Suerte que aún quedan jugadores que se resisten al dinero para competir al máximo nivel. Un dislate todo lo que está pasando.