En análisis

El Dakar 2014: Una odisea con final de ensueño

Nani Roma y Marc Coma saborean un triunfo muy especial en una de las ediciones más duras del Dakar 

Josep Viaplana

Coches

Mini no tenía rival y los pronósticos, después de 9.000 kilómetros, se cumplieron a rajatabla, colocando cinco coches entre los seis primeros y copando el podio final en Valparaíso. Solo Carlos Sainz se interpuso en la batalla en las primeras etapas, colocándose líder en la cuarta, pero fue esporádico porque los problemas en su buggy le impidieron seguir el ritmo de la carrera, la más dura desde que el Dakar aterrizó en Sudamérica en 2009. La batalla en el seno del equipo X-Raid ha sido espectacular, con un desbocado Peterhansel amenazando el liderato de Nani Roma, quien al final controló una situación que llegó a ser de alta tensión y que ha acabado poniendo en entredicho la relación de dos pilotos que eran amigos y que el año próximo estarán enfrentados con máquinas distintas.

Nani Roma superó todas las trampas

Las lágrimas que derramó en el podio reflejaban la tensión acumulada durante dos semanas. Nani Roma llegó a este Dakar mejor preparado que nunca, habiendo ganado las cuatro carreras disputadas este año. Con dos victorias parciales, ha dado muestras de una velocidad vertiginosa, regular y constante, con gran madurez, inteligencia en la gestión de la carrera y una compenetración perfecta con Michel Périn. La clave estuvo en la quinta etapa, donde dio un golpe de navegación que relegó a todos sus rivales a más de media hora.

Unas órdenes de equipo cantadas

A Peterhansel, que fue quien destapó las órdenes de equipo, le fastidió que le ganara Nani Roma y por ello trató de restar importancia al éxito de su 'amigo'. Es un auténtico 'killer', que no acepta perder. Los números, sin embargo, avalan al catalán, que ha liderado la carrera durante 8 días, ganó dos etapas y dejó al tercero a una hora. Mini no podía arriesgarse a perder sus coches en las etapas finales.

Mini: cinco coches entre los seis primeros

El potencial de Mini ha sido muy superior a la competencia, como se refleja en el hecho de haber copado el podio, de colocar a cinco coches entre los seis primeros y de que acabaran la prueba los once vehículos que tomaron la salida de Rosario. Velocidad, robustez y fiabilidad son las armas de un coche al que solo plantó cara en las primeras etapas Carlos Sainz y, en un segundo nivel, el Toyota de Giniel de Villiers.

El abandono de un Sainz desprotegido

Carlos Sainz tenía que ser uno de los grandes animadores de la prueba y, ciertamente, lo fue en las primeras etapas, colocándose lider al final de la cuarta. Un problema eléctrico en el buggy y un error de navegación en la quinta echaron al traste todas sus opciones. Le queda el orgullo de haber ganado dos etapas y de ser el único piloto que este año ha sido competitivo a los mandos de un coche de estas características, pero el abandono por accidente en un enlace en la décima etapa le deja, a la hora del balance final, un sabor amargo.

Peugeot, el aliciente para el futuro

Habrá movida en los rally-raid. En los próximos días/semanas se va a anunciar que Peugeot vuelve al Dakar después de haber abandonado el proyecto de Le Mans hace un par de temporadas. Peterhansel y Sainz parecen ser los pilotos escogidos para liderar un proyecto que le daría un plus de emoción a una carrera que este año ha dominado, con más autoridad que nunca, Mini.

Motos

La carrera de motos, por su parte, ha presentado un cartel de marcas con gran atractivo después de que Yamaha y Honda decidieran atacar el reinado de KTM. Sin embargo, a la hora de la verdad, Marc Coma le ha dado a la marca austríaca la decimocuarta victoria consecutiva en un año que estrenaban moto y en el que habían sufrido la fuga del francés Cyril Despres. La diferencia de casi dos horas entre el de Avià y el segundo clasificado, Jordi Viladoms, precisamente su mochilero, podría indicar que ha sido una carrera sencilla, fácil, pero Despres y muy especialmente Joan Barreda han impreso un ritmo vertiginoso. El de Torreblanca, que ha ganado cinco etapas, perdió el podio en la penúltima etapa después de una caída en la que dañó la moto, pero es un piloto con potencial y un gran futuro.

Marc Coma, en la máxima expresión

Después de un año de ausencia por una lesión en el hombro, Marc Coma se preparó concienzudamente para volver y, pese a correr dos días con fiebre, ha sido muy superior a sus rivales en el cómputo global. El de Avià no ha cometido errores en una carrera que decantó en la quinta etapa y en la que siempre estuvo atento en el grupo de delante.

KTM gana la batalla a Honda y Yamaha

La carrera de motos, al contrario de la de coches, ha atraido a muchos fabricantes. KTM es un clásico, que obtuvo en Valparaíso su decimocuarta carrera consecutiva, pero tanto Honda como Yamaha han aterrizado con fuerza. El despliegue de las marcas japonesas es brutal, sobre todo en HRC, pero también Sherco, que ganó dos etapas, Speedbrain y la catalana Gas Gas.

El cambio de moto de Cyril Despres

No hay duda de que la marcha del francés de KTM, afincado en Andorra, ha sido trascendente para el éxito de Marc Coma y de cómo lo ha logrado. Toda la escuadra ha gozado de mayor tranquilidad y ha trabajado para su líder, sin reticencias como en las últimas ediciones. Despres ha sufrido diversos problemas mecánicos en su Yamaha.

Joan Barreda, entre la velocidad y el equilibrio

Espectacular. Tiene un talento innato para conducir a altas velocidades y ha mantenido un ritmo vertiginoso desde Rosario a Valparaíso. Ha ganado cinco etapas y se ha convertido en el auténtico líder de Honda, que ha hecho una extraordinaria moto. Recuerda al inicio de Nani Roma o Marc Coma y, como ellos, todavía tiene que encontrar el equilibrio entre ir deprisa y la seguridad sobre la moto para evitar tantas caídas. En una carrera como el Dakar la mecánica tiene memoria.

La muerte de Palante

La muerte de Eric Palante, al que encontró el camión escoba, abrió una serie de incógnitas por resolver. El accidente tuvo lugar en la quinta especial, pero no le encontraron hasta el día siguiente sobre la pista de la carrera. Todo apunta a que falló el sistema de aviso de emergencias. Dos periodistas que seguían la prueba también perdieron la vida al caer su coche por un precipicio.