LA ÚLTIMA

Una 'moutivación' más

Lluís Mascaró

La ampliación del contrato de Mourinho hasta el 2016 ha sido un estudiado golpe de efecto del Madrid que contrasta, evidentemente, con la decisión de Guardiola de abandonar el Barça. Da la sensación, equivocada, de que el técnico portugués ha ganado su particular batalla de los banquillos. Es posible que una parte del desgaste que ha sufrido Guardiola a lo largo de los dos últimos años sea por culpa de los constantes ataques, insinuaciones y mentiras vertidas por Mourinho. Pero Pep no se va porque esté cansado de la palabrería del entrenador del Madrid (que también), sino porque se ha quedado vacío de ilusión. Y en eso, Mourinho no tiene ninguna culpa. Hay que buscar dentro del vestuario, en el palco y en el entorno para encontrar a los responsables de la decisión de Guardiola. Unos responsables a los que, por cierto, Guardiola debería poner nombre tras la final de la Copa del Rey...

Guardiola se va. Y Mourinho se queda. Una mala noticia para el Barça y otra buena. Muy buena. Porque para mí, la continuidad del entrenador portugués puede acabar siendo positiva para el equipo blaugrana. En eso coincido con el vicepresidente Carles Vilarrubí: “Mourinho ha tensionado y motivado a nuestro equipo y a nuestra afición. Nosotros, que estamos en este ciclo ganador, lo que más hemos de mantener es la tensión y la motivación”. La capacidad del entrenador portugués para `calentar¿ a los futbolistas blaugrana, saciados de títulos, es un arma que deberá utilizar Tito Vilanova a partir de la próxima temporada. El principal reto del equipo blaugrana será, por supuesto, recuperar la hegemonía en la Liga. Y luchar, nuevamente, por la Champions. En ambos objetivos no tendrá más remedio que medirse, cara a cara, con el Madrid de Mourinho. Porque, en circunstancias normales, blaugranas y blancos volverán a ser los favoritos para ganarlo todo. Por eso, la capacidad de Tito para realimentar la ambición de sus futbolistas con los ataques de Mourinho puede resultar definitiva.

Soy de los que piensa que Mourinho no cumplirá su contrato. Seis temporadas en un club tan grande y mediático como el Madrid son muchas. Demasiadas. Y el currículum del portugués demuestra que sus trayectorias son más bien cortas: dos años y medio en el Oporto, tres en el Chelsea y dos en el Inter. Además de la presión que supone sentarse en el banquillo del Bernabéu (como en el del Camp Nou), Mourinho deberá seguir soportando la comparación constante con un Barça cuyo ciclo (por muchos que algunos se empeñen) todavía no ha terminado. Solo los buenos resultados pueden permitirle la proeza de estar seis temporadas en el Madrid. Pero para impedirlo estará el Barça de Tito Vilanova. Un Barça que sigue contando con el mejor futbolista de la historia (Messi), que sigue ejecutando el mejor estilo jamás inventado y que sigue basando su proyecto en la mejor cantera del planeta. Y que encima tendrá la `moutivación¿ extra del portugués. Perfecto...