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Joaquín y la historia de las camisetas robadas

Joaquín relató en El Hormiguero algunas de sus anécdotas como futbolista. El jugador del Betis mostró su sentido del humor habitual

Joaquín es uno de los pilares del Betis.

Joaquín es uno de los pilares del Betis. / sport

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Pocos son los que no ven a Joaquín como el futbolista más divertido de la Liga. El extremo volvió a hacer gala de su sentido del humor en su visita a El Hormiguero.

Durante el programa emitido en Antena 3, el jugador del Betis confesó tener más de 800 camisetas. "Tengo alquilados dos trasteros porque no me caben en casa", dijo Joaquín. El extremo admitió también haber sufrido algún robo curioso. "Una vez entraron a robarme y no se llevaron nada de valor ni de todo lo importante que tenía, solo robaron las camisetas de Zidane, Guti, Raúl, Ronaldinho, Beckham y Figo", explicó.

Joaquín dice que la camiseta de Figo es "a la que más cariño tenía". Además, también explicó una anécdota sobre la camiseta de Zidane. "Cuando fui a cambiarle la camiseta a Zidane la primera vez que me enfrenté a él me dijo que era él el que me la iba a pedir a mí", contó Joaquín.

EL TRAJE EN LA GALA DE LA LFP Y LA COLLEJA DE SU PADRE

Joaquín se desenvolvió en la televisión con mucha soltura. El futbolista habló también del traje que lució en la gala de la LFP. "Es un traje italiano de mucha categoría, lo que pasa es que hay que tener percha para ponérselo. Ese traje no se lo puede poner todo el mundo. Entrando a la gala todo el mundo miraba para abajo y no para arriba. La mujer de un amigo ya me ha pedido el teléfono porque quiere uno para su marido", bromeó Joaquín.

Joaquín contó sus dificultades para centrarse en el fútbol cuando era joven. "Tendría 16 o 17 años y despuntaba un poquito. Tenía esa edad mala en la que me gustaba salir para arriba y para abajo y las niñas, no quería otra cosa. El fútbol lo iba apartando un poquito. Tenía un partido con la selección andaluza y me levanté para un partido a las seis o siete de la mañana, de aquella manera, y le dije a mi padre que no quería seguir jugando al fútbol", explicó.

Su padre se encargó de reconducir su carrera. "Él me dijo: 'Vale, hijo. Vete a la cama'. Me di la vuelta hacia la habitación pero no me dio tiempo, mi padre me arreó una colleja que aún no puedo torcer la cabeza para el lado derecho. Me dijo que si no quería seguir jugando al fútbol que se lo dijera al entrenador, pero del golpe que me dio me arrepentí y no le dije nada al míster y mire hasta donde he llegado 17 años después", concluyó Joaquín.