Carrasco sigue muy enchufado y pone fin al suspense

Había interés por ver cómo reaccionaría el conjunto de Diego Simeone a la primera derrota de la temporada sufrida en la anterior jornada en el Sánchez Pizjuán. Y la respuesta colchonera fue contundente pero mediatizada en la segunda parte después de que el Atlético se quedara con diez por expulsión de Savic. En el momento oportuno, apareció Carrasco, que junto a Gameiro firmó un doblete para despejar dudas.

Carrasco ratificó su estado de gracia abriendo el marcador en el minuto 7. El Atlético se adelantaba en su primera ocasión, dando paso a una presión asfixiante ante un Málaga desaparecido. Griezmann rozó el segundo al cabecear en una mala salida de Kameni y el meta malaguista enmendó poco después su fallo interceptando un peligroso centro de Gameiro sobre Griezmann.

El acoso colchonero era tan aplastante que provocaba constantes errores en las filas del equipo de Juande Ramos, como el que propició el 2-0, obra de Gameiro al aprovechar dos despejes nefastos de Koné y Camacho.

Sobre la media hora aparecieron sombras sobre el Atlético. Segundos después de que el lesionado Gaitán tuviera que ser sustituído, el exazulgrana Sandro puso el 2-1 al transformar un libre directo muy escorado, colando el balón por la escuadra.

Las dudas que podía sembrar el gol en las filas del conjunto de Simeone desaparecieron de inmediato porque el resto del primer tiempo fue otro vendaval rojiblanco ante el portal de Kameni, que rechazó un remate de Griezmann pero que nada pudo hacer en el minuto 44 en una jugada tan sencilla como espectacular. Un pase en largo de Filipe permitió a Griezmann tocar con la cabeza para dejar el balón en bandeja para la incursión de Gameiro, que firmó el 3-1, resultado con el que se llegó al descanso.

Cuando parecía que el Atlético empezaba a reservar fuerzas pensando en el partido de Champions del próximo martes ante el Rostov, no lo pudo hacer por la expulsión de Savic. Quedaba media hora y para poner más emoción Camacho puso el 3-2 en un impecable cabezazo.

A Simeone se le comían los nervios en la zona técnica, retocó líneas y la lógica iniciativa del Málaga apenas produjo inquietud ante Oblak. Pero el resultado era tan ajustado que el Vicente Calderón no pudo respirar tranquilo hasta que Carrasco marcó el 4-2 haciendo gala de su velocidad y estado de gracia de cara al gol.