EL CLIMA DE LONDRES NO PERMITE A LOS DEPORTISTAS DISFRUTAR AL MÁXIMO

Del 'beach volley' al 'rain volley'

Los cambios constantes del clima británico hace que los jugadores tengan que adaptarse a todo tipo de condiciones climatológicas durante los partidos

DPA

Chaquetas impermeables, paraguas, cielo gris plomizo y suelo mojado. La estampa encaja como un guante en el centro de Londres, si no fuera porque a pocos metros del lugar se levanta un imponente estadio de voleibol playa.

Hace años que los bronceados jugadores del "beach volley" sabían que los Juegos Olímpicos se disputarían en la capital británica en 2012, así que la lluvia no les toma por sorpresa."No estamos disfrutando, pero estamos ajustándonos y jugando bien", aseguró hoy el brasileño Emanuel Rego, que junto a Alison Cerutti son los actuales campeones del mundo y pareja número uno del ranking.  El clima de Londres es "impredecible", lamenta el sudamericano.

En una sola jornada, el aristocrático Horse Guards Parade, donde se levanta el estadio, puede combinar frío, sol y lluvia. "Hoy cuando me levanté y vi el clima, pensé: "va a ser un día duro para jugar al voley playa", advirtió Emanuel.

Pero durante su partido ante los suizos, que empezó a las diez de la mañana local, la camiseta y los pantalones largos de licra que se pusieron bajo su uniforme habitual llegaron incluso a sobrarles. En el siguiente duelo, las jugadoras de España y Argentina entraron a la cancha de arena sólo con el bikini, porque los árbitros de competición -ataviados, ellos sí, con chaquetas para la lluvia- decidieron que la temperatura no era lo suficientemente fría. "Estamos acostumbradas a jugar con lluvia", contó la española Liliana Fernández. "Lo normal es el sol, pero no siempre sale. Nosotras entrenamos con viento, con lluvia, en todas las condiciones".

El voleibol playa es cada vez más popular. Su circuito mundial recorre todo el planeta, desde Sudamérica hasta China, pasando por lugares como Holanda o Noruega. "Allí jugamos diluviando. Hasta el punto de no poder mirar para arriba", recordó Fernández..

El juego no se detiene. Llueva, truene, incluso aunque granice, el partido puede continuar. Sólo los rayos son motivo de cancelación. "Una vez jugué en San Petersburgo con ocho grados, eso sí era frío", cuenta el brasileño Emanuel, que este año preparó Londres 2012 compitiendo en lugares como Berlín, Moscú o Suiza.

Sencillo, ágil, rápido y muy visual, el voley playa, un deporte que fomenta el culto al cuerpo, atrae cada vez más espectadores y practicantes. "Esto no es Wimbledon", gritan los animadores por los altavoces para invitar al público a mostrar toda su pasión.Un grupo de españoles disfrazado con trajes de "bailaoras" sevillanas no necesita de más motivación. Pero por si acaso, unas 15 "cheerleaders" en bañadores hawaiianos animan sobre la arena en los entreactos, en los que la música suena siempre a toda potencia. "El voley playa es fiesta", explica Emanuel. "Por eso cuanto más sol más se disfruta". 

Él lo sabe bien, pues entrena en las playas de Río de Janeiro. Allí, en la sugerente Copacabana, se disputará el torneo olímpico dentro de cuatro años. Contra eso, ni siquiera una soleada Londres podría competir.