JUEGOS OLÍMPICOS 2016 RÍO DE JANEIRO - RUGBY A 7

El duro camino olímpico del Rugby a 7 español

María Ribera García y César Sempere son vivos testimonios de las dificultades que han sufrido los combinados nacionales de rugby a 7 para estar en los Juegos Olímpicos de Río

España Seven

El combinado español de Seven celebrando su victoria ante Samoa y la clasificación para los Juegos / sport

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El rugby vuelve a unos Juegos Olímpicos por primera vez desde 1924. En esta ocasión, será la modalidad de rugby a 7 la que devolverá a este deporte al olimpismo. España estará presente en una ocasión tan especial con los combinados femenino y masculino, pasando por multitud de difucultades en su trayecto hacia Río. 

María Ribera García es licenciada en ciencias de la Actividad Física y Deporte, y una de las integrantes de la selección femenina española de rugby a 7 que estará en Brasil. Ribera tuvo que mudarse hace años a Inglaterra para trabajar en un hotel y seguir con su vida deportiva. "Muchas de nosotras rondamos los treinta, así que era esta vez o ninguna, después de años pasando muchas penurias", confiesa la jugadora. 

María relata cómo fueron los años previos a la preparación olímpica, en los que no disfrutaban de las becas ADO y tenían que hacer malabarismos para compaginar la rutina de deportista de élite con el trabajo: "Estos tres últimos años ha cambiado la cosa, pero los anteriores vivía con 400 euros al mes y las dietas de la federación. No tuve los extras o las vacaciones de otras personas y renuncié, como todos los deportistas, a la vida social".

Del mismo modo, César Sempere asegura que, para poder estar en Río de Janeiro: "Hemos apostado económicamente al poner dinero de nuestros bolsillos porque un mundial esta en la mano de muchos, pero unos Juegos están en las manos de muy pocos". "Fue una apuesta personal de todos. Hay quien dejó familia, otros dejaron trabajos o estudios. Sabíamos que nuestra vida deportiva pasaba por eso", explica Sempere.

Detrás del éxito de la selección masculina hay una historia épica de superación y esfuerzo. Ya en la preparación del preolímpico en Fiyi, se toparon con el ciclón Winston. Sus efectos fueron muy duros para la población local y el conjunto español ayudó en lo que pudo para reducir los efectos de la tragedia en el mismo hotel en el que se hospedaban. "Cualquier persona habría hecho lo mismo para ayudar a un pueblo como el de Fiyi, allí el rugby es una religión". 

Su siguiente paso en el Preolímpico de Mónaco no fue menos costoso, ya que se enfrentaban a dos selecciones a priori superiores, Rusia y Samoa. Finalmente, el combinado de 'Seven' se impuso ante dos de los favoritos en los últimos instantes de sus encuentros.

Tanto Ribera como Sempere coinciden en que todo esfuerzo y sufrimiento por el que han pasado, merece la pena. "Ellos [el equipo masculino] han sufrido mucho, lucharon con muy pocos medios también", decía María Ribera, que continuaba: "Nosotras lo hemos pasado mal y ésta es una recompensa".

Para el futuro, ambos esperan más reconocimiento para una modalidad que, según Sempere, es "mucho más atractiva": "Los Juegos le pueden dar mucho al rugby. El 'seven' es muy fácil de entender, puede ser un gran descubrimiento para todo el deporte español, le puede abrir las puertas de los colegios y las escuelas".