MI VERDAD

Otro 0-5 apabullante de Messi a Cristiano

El momento de la patada de Cristiano al defensa del Córdoba

El momento de la patada de Cristiano al defensa del Córdoba / sport

Josep Maria Casanovas

MEJOR JUGADOR, MEJOR PERSONA. Messi y Cristiano están condenados a vivir una comparación constante. Con diferencia son los dos grandes cracks de la década futbolística. Las estrellas rutilantes del Barça y Madrid compiten en todo. Se reparten títulos, premios y honores. Leo gana al portugués casi todos los duelos deportivos. Tiene un Balón de Oro más (4-3). Ha conquistado seis Ligas españolas (6-1). Ha levantado tres veces la Champions (3-2). En su casa lucen tres Pichichis (3-2). Ha sido una vez campeón olímpico (1-0) y están empatados a dos títulos en el Mundial de Clubs (2-2). Está claro quién es el mejor, el Nº 1, el jugador que no se cansa de batir récords y hacer historia. Messi solo pierde una comparación con Ronaldo que lejos de ser una derrota es una gran victoria moral, un mérito personal, la demostración que a nivel humano es mucho mejor deportista. En diez años que lleva jugando en el Barça, nunca, nunca, le han expulsado, jamás le han mostrado una roja. Por el contrario, Ronaldo ha sido expulsado en cinco ocasiones en las seis temporadas que lleva en el Bernabéu, sin olvidar que en su etapa del Manchester le sacaron cuatro tarjetas rojas. El marcador comparativo de expulsiones no puede ser más rotundo: Messi, 0- Cristiano, 5. Un dato que explica perfectamente la buena imagen que tiene Leo frente a la chulería, soberbia y agresividad que envuelve al jugador blanco. 

ATENTOS A LA SANCIÓN. El domingo en Córdoba, en un mal partido donde la impotencia y la frustración le jugaron una mala pasada, Ronaldo escribió una página negra de su carrera con un comportamiento antideportivo en el campo y una provocación a la grada. No contento con agredir a dos rivales con manotazos y patadas, se fue del campo acariciando el escudo de campeón del mundo en un claro menosprecio a la afición andaluza. Los buenos deportistas se distinguen porque saben ganar y saben perder. Con este comportamiento no consigue otra cosa que crearse más enemigos y ser peor recibido en los estadios. Messi es todo lo contrario. Es el espejo donde se miran los niños. Celebra los goles con alegría pero sin gestos de soberbia. Por todo esto Messi cae mejor que Ronaldo, porque es un tipo normal frente a un jugador que se cree superior a los demás. Falta ahora por ver si su condición de reincidente en la expulsión puede transformarse en una sanción justa o por el contrario Florentino hace ‘maravillas’ en el Comité de Competición. Atentos a los goles de despacho.