Mi partido

La noche reivindicativa de Luis Suárez

Suárez es el hombre que le faltaba a la delantera del Barça

Suárez es el hombre que le faltaba a la delantera del Barça / sport

Josep Maria Casanovas

A DOS PARTIDOS DE BERLIN. El Barça dio en París un paso de gigante en la Champions, hasta el punto de que sentenció los cuartos de final y bien podríamos decir que ya está a solo dos partidos de la final de Berlín. Su partidazo ante el PSG, su eficacia goleadora y la exhibición de fútbol que dio en algunos momentos le confirman como claro favorito para el título. Y más, después de ver cómo caía ayer el Bayern de Pep Guardiola en el campo del Oporto. Lo más importante de la victoria de ayer es que se consiguió sin necesidad de que Messi marcara. Después de mucho tiempo en que si Leo no veía puerta el equipo lo acusaba, ahora el tridente lo ha solucionado. La otra gran conclusión es que se ha demostrado de una vez por todas que el Barça puede jugar con delantero centro, que era un camelo que el tiqui-taca no admitiera la figura de un goleador nato, de un rematador finalista. Desde los tiempos de Ibrahimovic y Eto’o que no había un futbolista de estas características, que arrastre a los defensas contrarios y tenga el gatillo fácil. Suárez es el hombre que le faltaba a la delantera del Barça. Ayer vivió su noche más reivindicativa después de un partido como el del sábado en Sevilla en el que falló más de lo debido. No le ha sido fácil al uruguayo encajar en este sistema e incluso Luis Enrique ha tenido que hacer ajustes tácticos evidentes, pero Suárez ha trabajado duro para triunfar y ayer ganó él solo el partido.

MESSI SOLO QUIERE GANAR TITULOS. La sintonía de Suárez con Messi es una gran noticia. Leo tiene en estos momentos la madurez, la experiencia y la inteligencia de saber que lo más importante ya no es marcar goles, sino ganar títulos. Para entendernos, es consciente de que ni marcando cien goles ganará el Balón de Oro y, en cambio, si consigue la Liga y la Champions lo tiene asegurado. De ahí que haya hecho un click en su mente y sea un futbolista más generoso con sus compañeros y, sobre todo, piense más en el equipo. Si gana el Barça, gana él. Si Suárez o Neymar marcan, también gana él. Ahí está el secreto de este tridente espectacular, en el feeling personal que los tres cracks tienen entre sí. No hay más que comparar, otra vez, a Messi con Cristiano Ronaldo. Cuando el portugués no marca se enfada, refunfuña y ni siquiera felicita al compañero que ha hecho el gol. Todo lo contrario que ayer en el Barça, pues cuando marcaron Neymar y Suárez, Messi corrió a abrazarles, consciente de la importancia de la victoria y como apoyo anímico hacia el uruguayo, que necesitaba reivindicarse con una noche así.