MI VERDAD

'Sí' a Neymar, 'No 'al referéndum

Josep Maria Casanovas

UN BUEN HIJO. El gesto de Neymar defendiendo públicamente a su padre me ha gustado. Es un gesto que le sale del corazón, que le honra. Pone en evidencia la forma de ser de una persona honesta y sincera. Dolido y sorprendido por las críticas que ha recibido su padre a raíz del fichaje por el Barça, no ha dudado en salir a la palestra con una declaración a la que no estamos acostumbrados: "Por mi padre daría mi vida y la de mi hijo". Es más que una declaración de amor, es una declaración de pasión y sentimiento. Neymar está tocado, jodido y afectado por todo lo que ha leído y visto en los medios informativos. La envidia es el arma de los cobardes. Y en Brasil se han ensañado con su padre disparando con mala intención hasta el punto de que Ney ha descubierto que tiene muchos falsos amigos. Todas estas tribulaciones compartidas con una lesión le han hundido y le han convertido en una persona resentida. Le duelen más lo que considera falsas acusaciones que su lesión. Un tipo feliz que siempre lucía una gran sonrisa, está pasando un mal momento. Esta reacción dice mucho en positivo de su carácter. No es un niño mimado que vive en una nube, sufre por lo mal que lo está pasando su padre, tutor y mánager. Gestos así rebelan personalidad y carácter. Su padre le había pedido que no entrara en esta guerra, pero Neymar ha querido salir al paso como un buen hijo.

REFERÉNDUM PROBLEMÁTICO. El Barça comenzó ayer la campaña informativa de cara al referéndum del Camp Nou. El proyecto es muy interesante pero llega en mal momento. En el entorno barcelonista ahora mismo preocupan más otras cosas que ampliar el estadio cuando la afluencia de espectadores va a la baja. En tiempos de crisis y recesión el coste de la inversión del Espai Barça parece desmesurado; sería más aconsejable plantearse las obras por fases y sin prisas. Sabiendo la importancia que tiene en el barcelonismo el factor marcador, hubiese sido más sensato plantear la cuestión fuera de temporada en la asamblea y si el resultado era positivo se podía pasar al referéndum. Un proyecto de futuro tan importante se tiene que afrontar con todas las garantías. Esto que se plantea ahora no tiene nada que ver con lo que se anunció en el programa electoral. Una votación con pocos socios y un resultado dudoso es un trance que no se merece Bartomeu de entrada. En la fase más importante de la temporada, con el equipo jugando cada partido a vida o muerte, el referéndum puede crear más división que otra cosa.