El futuro de Neymar lo decidirá Neymar sin pensar en el dinero

TRAYECTORIA EXTRAORDINARIA. Lo que está haciendo el equipo del Barça no tiene nombre. Tampoco tiene precedente en el fútbol mundial una superioridad tan arrolladora. Ganaron cinco títulos en el 2015 y vuelven a estar en una posición privilegiada para repetir la gesta, para hacer historia. Es una posición de liderazgo que nadie discute, pero los jugadores quieren refrendarla siendo el primer club que gana dos Champions seguidas. Este es el gran reto de Messi y compañía, continuar su reinado en Europa y mantener la hegemonía en España. Una trayectoria así levanta una catarata de elogios pero también algunas envidias peligrosas. Siempre hemos dicho que los títulos del fútbol español son vasos comunicantes: cuando gana el Barça pierde el Madrid y viceversa. Los éxitos del Camp Nou cuestan mucho de aceptar en el Bernabéu. A Florentino le duele más una temporada sin éxitos que una piedra en el riñón. Messi lleva muchos años siendo una pesadilla para el madridismo, pero el problema ahora ha aumentado con la eclosión de Neymar como el crack del futuro. El presidente blanco no ha perdonado al Barça que le arrebatara la estrella brasileña. Su temor es que se repita la historia y pierda una segunda guerra. Messi es más rentable que Cristiano, le eclipsa en juego y títulos. Neymar también juega con ventaja, es superior a Bale y Benzema. 

LA CLAVE DEL FUTURO. El futuro de Neymar lo decidirá Neymar. Su padre hará lo que haga feliz a su hijo. Los cantos de sirena del Madrid son solo el reflejo de la impotencia y la frustración. No es cuestión de cláusulas ni de millones. Es cuestión de felicidad, de sentirse querido y respetado en Barcelona, de tener los mejores compañeros y un equipo que es garantía de éxitos. Por todo esto Neymar está tranquilo, contento, satisfecho de haber recalado en el mejor club del mundo ya que esto ha facilitado la trayectoria al alza de su carrera. No le preocupan los rumores ni le interesan las polémicas. Solo se centra en el fútbol. La prioridad de su vida es jugar, disfrutar, marcar goles y ganar títulos. De todo lo demás, se encarga su padre. Sabe que el Barça le quiere y él quiere continuar en el Barça. La renovación llegará cuando toque y caerá como fruta madura. Que nadie se inquiete. El presidente Bartomeu controla la situación y está encima de la jugada. Mantener unido el tridente es la clave del futuro.