MI VERDAD

El Barça de Luis Enrique tiene muy buena pinta

Lo que se vio en el Gamper dio motivos para ser optimistas

Lo que se vio en el Gamper dio motivos para ser optimistas / sport

Josep Maria Casanovas

SE NOTA EL CAMBIO. El test del Gamper fue demostrativo. No se pueden sacar conclusiones, pero nos quedamos con las buenas impresiones. Se nota el cambio de rumbo. Luis Enrique le ha dado un nuevo aire al equipo. La actitud de los jugadores es otra. Luchan por ganarse el puesto con una rivalidad sana. El juego es más rápido y más vertical. Se respira ambición e ilusión. La llegada del nuevo técnico ha obligado a que todos se pongan las pilas. Las vacas sagradas, para no quedar en evidencia; los nuevos, para ganarse el puesto. El Barça ha pasado de tener un entrenador como el Tata Martino que admirada a sus jugadores a otro de un perfil mucho más pragmático que solo los valora por su rendimiento. Luis Enrique se ha fijado tres objetivos para lograr un equipo que rompa con la imagen conformista y acomodada del pasado: competencia en la plantilla, solidez defensiva y que Messi recupere su papel estelar. Es de los que piensa que se juega como se entrena. Sabe perfectamente que la última temporada hubo exceso de relajación y pasotismo y este descuido se pagó caro. Los entrenamientos del asturiano son intensos, exigentes, serios. Quiere que haya competencia entre los jugadores, que se peleen para ser titulares. Esta es una clave para que nadie se crea que tiene el puesto asegurado. En este sentido, canteranos como Munir demostraron en el Gamper que empujan fuerte. 

UN MESSI ENCHUFADO. Otro reto decisivo para asegurar una buena temporada es conseguir que la defensa barcelonista recupere la seguridad perdida. Cuando se encajan más goles de la cuenta se crea una inseguridad que repercute en todas las líneas. Se tiene que acabar de una vez con la poca fiabilidad en los balones por alto, en el peligro que significaban las faltas sobre el área. Mathieu tuvo un debut prometedor. Tiene buena colocación, es rápido y brilló en la anticipación. Piqué ya puede centrarse para no quedar en evidencia. Y el tercer objetivo de Luis Enrique es que Messi vuelva a disfrutar jugando al fútbol, que vuelva a ser el jugador que revoluciona el ataque. Se entendió de maravilla con Neymar, corrió como si fuera un partido importante, le puso ganas y coraje como queriendo demostrar que se equivocan los que piensan que no volverá por sus fueros. Es una gran noticia que Leo haya vuelto con esa actitud positiva que lo dice todo. Quiere, puede y sabe. Si Luis Enrique consigue que Messi esté enchufado toda la temporada, el Barça tendrá mucho ganado.