MI VERDAD

El Barça afronta un futuro complicado con muchos riesgos

Josep Maria Casanovas

LA AMENAZA DE UNA MOCIÓN DE CENSURA. El Barça está viviendo una Semana santa de decepción y tristeza. La derrota de Valencia ha dejado al barcelonismo tocado y hundido. En siete días se han desvanecido un montón de ilusiones, se han perdido dos competiciones y media. La eliminación de la Champions a manos del Atlético fue un golpe muy duro, la liga se escapó en Granada con una derrota decepcionante que le dijo en el tercer puesto y le aleja del título. Y la puntilla fue la derrota en la final de la Copa del Rey frente al Madrid lo que viene a confirmar que estamos en un final de ciclo. Más que Semana Santa es una semana negra. Sorprende y extraña que en Valencia la directiva se quedara muda ya que cuando ganan todos se apuntan a los micrófonos. El presidente Bartomeu tenía que había hecho unas declaraciones institucionales en el mismo estadio con mensaje de esperanza en el futuro y de agradecimiento a los socios desplazados. En casos así no vale la excusa de esconderse en dos líneas de twitter que llegan a poca gente, hay que dar la cara cuando se gana y cuando se pierde. El malestar de los socios barcelonistas por el triste final de temporada planea la posibilidad de que se presente una moción de censura que complicaría todavía más las cosas.

MUCHOS PROBLEMAS ABIERTOS. El club atraviesa un momento complicado de su historia con dos frentes complicados que necesitan una solución urgente. Por un lado la necesaria renovación a fondo de la plantilla para recuperar la competitividad perdida. Por otros, hay dos temas institucionales graves abiertos, la sanción de la FIFA de no poder fichar jugadores en los dos próximos mercados de verano e invierno y el pleito del juez Ruz por el traspaso de Neymar. El presidente Bartomeu tiene un complicado panorama por delante que puede acabar con elecciones anticipadas si no soluciona bien los problemas abiertos. Con todos estos frentes, solo faltaba que la mejora de contrato de Messi haya entrado en vía muerta lo que dispara rumores e intoxicaciones. Está claro que Leo esta temporada tiene un objetivo número uno que es el Mundial, pero también es evidente que sus relaciones con el club se han enfriado con negociaciones que duran meses y que no se cierran. El que ha sido el buque insignia del Barcelona durante muchos años no puede convertirse ahora en un problema. Es un tema urgente a resolver antes de que se envenene. En definitiva, demasiados problemas abiertos importantes en can Barça. Después de muchos años de éxitos deportivos se avecinan tiempos difíciles.