LA OPINIÓN

Los nervios le juegan una mala pasada a Guardiola

Pep sabía que la prensa se desplazó a Múnich para escucharle a él. Sin embargo, no se presentó...

Pep sabía que la prensa se desplazó a Múnich para escucharle a él. Sin embargo, no se presentó... / sport

Joan Vehils

EL MEJOR ENTRENADOR. La derrota en las semifinales de la Copa alemana no empañan ni un ápice la excelente trayectoria profesional de Guardiola como entrenador. A estas alturas, me parece una osadía discutir que Pep es el mejor del mundo. Tanto, como los que todavía no han asimilado que Ferran Adrià ha sido el mejor chef de todos los tiempos. No obstante, es inevitable que los grandes genios tengan detractores. Sin embargo, una cosa es la valía profesional de Pep y otra, sus decisiones fuera del terreno de juego. Y, ayer, Guardiola se equivocó. Seguramente, los nervios le jugaron una mala pasada... Suspender la rueda de prensa que tenía convocada con los medios catalanes y españoles me parece una falta de respeto hacía los periodistas desplazados a Múnich. Pep sabía que la mayoría solo viajó a la ciudad bávara para transmitir a los aficionados sus pensamientos y métodos de trabajo. Pues no. Pep no se presentó. Ni TV3, ni Catalunya Ràdio, ni RAC1, ni las webs de la mayoría de los diarios, ni nadie pudimos transmitir en directo la anunciada y esperada rueda de prensa. Una pena para los aficionados del Barça que en su día tanto disfrutaron de Pep como entrenador pero también de esas sabrosas comparecencias cargadas de contenido y que semana tras semana ofrecía en Can Barça. 

ATENTOS A BARTOMEU. El presidente del Barça comparece hoy ante los miembros del senado de la entidad. Se espera un discurso cargado de guiños preelectorales.