LA OPINIÓN

La lamentable utilización de Pep

Joan Vehils

NO ES EL MOMENTO. El expresidente Joan Laporta confirmó ayer en el atril del Parlament de Catalunya que está dispuesto a volver a la presidencia del Barça. De hecho, ya lo había insinuado el mismo día de la despedida de Guardiola en el Camp Nou. Laporta, como cualquier otro socio del Barça, tiene todo el derecho del mundo a presentarse cuando se convoquen elecciones y de anunciarlo cuando le venga en gana. Otra cosa es que lo haga a modo de amenaza y, como explicó él mismo, encima se plantee la posibilidad de compaginar el cargo de presidente con el de parlamentario. Que el diputado independentista odia a Rosell es algo obvio pero que el expresidente aproveche la salida de Guardiola para darse autobombo y criticar a la actual junta, me parece inaceptable. No es el mejor momento.Tiempo tendrá para decidir si se va a presentar. De hecho, a Rosell todavía le quedan cuatro años de mandato.

A Laporta nunca le podrán discutir que fue él quien fichó a Pep. Es más, hay que agradecer su valentía al tomar una decisión difícil y arriesgada y sin el apoyo de algunos miembros de su junta que por aquel entonces preferían a Mourinho. Sin embargo, eso no le concede absoluta autoridad para apropiarse en exclusiva del legado de Guardiola. Estos cuatro años son de todos los barcelonistas. La suerte es que Pep es un hombre libre que no se dejará utilizar por nadie.