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El exvicepresidente de la FIFA Jack Warner dice que es inocente

Reconoció que le llama la atención que "estas acciones trasnacionales coordinadas coinciden con las elecciones de la FIFA para elegir un presidente que es universalmente rechazado por la comunidad internacional".

SPORT.ES

El exvicepresidente de la FIFA Jack Warner dijo este miércoles que es "inocente de todos los cargos" de corrupción que se le imputan, tras la detención en Suiza de siete dirigentes del máximo organismo del fútbol mundial.

"No he sido cuestionado sobre este asunto. Reitero que soy inocente de todos los cargos", dijo el trinitense en un comunicado, en el que reitera que, tras retirarse del organismo deportivo hace cuatro años, únicamente decida su atención a "la gente de Trinidad y Tobago".

El actual político de Trinidad y Tobago es uno de los catorce dirigentes y exdirigentes futbolísticos acusados de corrupción, siete de los cuales han sido detenidos.

Warner, de 72 años, indicó que se había retirado de la política del mundo del fútbol "para mejorar la vida de las personas" de su país.

"Las acciones de la FIFA no me conciernen ya", dijo, aunque reconoció que no puede evitar llamar la atención sobre el hecho de que "estas acciones trasnacionales coordinadas coinciden con las elecciones de la FIFA para elegir un presidente que es universalmente rechazado por la comunidad internacional".

Warner reaccionó a estas investigaciones sin precedentes que salen a la luz a tan sólo dos días del Congreso de la FIFA, el órgano supremo de la organización y compuesto por 209 federaciones, cuyos líderes están congregados estos últimos días en Zúrich, donde han tenido lugar los arrestos.

El punto más importante y polémico del Congreso es la elección del presidente de la FIFA y la insistencia del suizo Joseph Blatter de continuar al frente de la organización deportiva a pesar de sus 79 años, de los 16 que lleva en el puesto y de que la última vez que fue reelegido dijo que sería su último mandato.

Su reelección se daba por descontada, pero los sucesos de este miércoles pueden perturbar las ambiciones de Blatter y dar alguna oportunidad a su único rival, el príncipe jordano Ali bin al Husein.

Las acusaciones de corrupción de la FIFA están siendo investigadas en dos casos paralelos pero independientes uno de otro por la Justicia de EE.UU. y la de Suiza.

La primera investigación fue iniciada por una fiscalía de Nueva York por el supuesto pago de sobornos por más de cien millones de dólares a dirigentes de la FIFA a cambio de que ciertas firmas recibieran los derechos de transmisión, publicidad y auspicio de torneos futbolísticos en EE.UU., América Latina y el Caribe.

La segunda investigación judicial es dirigida por el Ministerio Público de Suiza, que la inició el pasado noviembre a petición de la propia FIFA por sospechas de gestión desleal y lavado de dinero en relación con la elección de las sedes de las Copas del Mundo de 2018 en Rusia y 2022 en Catar.

Sin embargo, el portavoz de la FIFA ratificó que los dos mundiales se jugarán en esos países, de los cuales Catar fue el más cuestionado en el momento de su elección, en 2010, por carecer de tradición e infraestructura futbolística, y cuyo clima ha obligado a trasladar el Mundial de 2022 a los meses de noviembre y diciembre.

Se desconoce, por el momento, la identidad o el número de personas contra las que la Fiscalía suiza ha confirmado haber abierto una investigación penal