La revolución del Espanyol tuvo recompensa

Triunfo balsámico de un Espanyol que arriesgó con la revolución planteada por Sergio y tuvo recompensa, no exenta de dosis de fortuna, pues el gol de la victoria llegó ya en el descuento. Los nuevos respondieron cuando más necesitaba el equipo el triunfo, pues la situación se complicaba y mucho. La clave estuvo en la expulsión de Rulli antes del descanso, provocada por el debutante Marco Asensio. Despúes, llegaron dos cabezazos salvadores de otros dos fichajes de este verano, Roco y Hernán Pérez. Sobre la bocina. 

Hasta seis cambios presentó el once inicial de Sergio González con respecto al de la sonrojante goleada contra el Madrid. Debutaron en defensa Rober, Roco y Fuentes –el único de los que no son nuevos que aún no había jugado esta temporada–; Diop en el centro del campo; Marco Asensio en la mediapunta; y Hernán jugó su primer partido como titular en el extremo derecho. Repitieron Pau, Álvaro, Víctor Sánchez, Víctor Álvarez y un Gerard Moreno que hizo de referente ofensivo. David Moyes, el técnico de la Real Sociedad, tampoco se quedó corto y dejó en el banquillo a Jonathas, futbolista que estuvo en la órbita del Espanyol este verano. Jugó en punta Agirretxe en un equipo que llegaba con la presión de tener a cero su casillero goleador.

Y le dio resultado al técnico escocés, pues fue precisamente Agirretxe quien acabó con la sequía de los donostiarras. El gol llegó a los 19 minutos y lo cierto es que, hasta ese momento, estaba bien plantado el Espanyol en el terreno, sin pasar grandes apuros. En ataque, no obstante, faltaba precisión en el pase.

Hasta que llegó el primer despiste defensivo, y se pagó caro. El ex del Espanyol De la Bella ya había subido anteriormente por la banda izquierda con mucha facilidad. En la acción del 1-0, se benefició de un mal despeje de Roco y dio la asistencia a un Agirretxe que se encontraba muy solo. 

Gol en contra y los ‘fantasmas’ que volvían a aparecer, pero el Espanyol reaccionó. Se atisbó a raíz de un buen disparo lejano de Víctor Álvarez. Precisamente, el catalán fue la clave en una acción determinante, pues dio un pase preciso, de tiralíneas a Marco Asensio, y el mallorquín sacó doble premio: penalti y expulsión de Rulli. Gerard no falló y el partido dio un giro radical. Con uno más, había que ir a por la victoria.

Pero la Real no estaba dispuesta a ponerlo fácil, y casi marcó Agirretxe de cabeza solo comenzar la segunda mitad. El Espanyol no imprimía velocidad y las ocasiones de Hernán y Gerard no eran claras. En cambio, Pau tenía que enmendar un error en la salida con una gran parada a chut de Illarramendi.  Los minutos iban pasando y Sergio dio entrada a Burgui, pero viendo a Moyes entrando ¡al terreno de juego! para entregar rápido el balón, los locales también creían en el triunfo. Pero jugar con uno más se tiene que notar tarde o temprano y  el gol del Espanyol tenía que llegar. Lo hizo en una preciosa jugada de dos nuevos. Hernán centró y Roco se elevó majestuoso para marcar. 

Quedaban 20 minutos, en los que el Espanyol no sentenció y jugó con fuego cuando Jonathas empató. Otro despiste defensivo y la victoria que se escapaba... hasta que apareció Hernán. Su cabeza fue milagrosa, un bálmaso. Sergio puso a los nuevos y le dio resultado. La reacción ha empezado.