FC BARCELONA - CAMPEÓN COPA DEL REY 2015/2016

Messi, Iniesta, Ter Stegen y Piqué salieron al rescate del FC Barcelona

El recital del colegiado madrileño Del Cerro Grande estuvo a punto de amargar la final de la Copa del Rey al FC Barcelona, pero Messi, Iniesta, Piqué y Ter Stegen salieron al rescate

Del Cerro Grande permitió la dureza del Sevilla

Del Cerro Grande permitió la dureza del Sevilla / sport

FRANCESC J. GIMENO

SUBE: Messi, Ter Stegen, Iniesta y Piqué salieron al rescate. Con todos los elementos en contra del FC Barcelona, cuatro jugadores se echaron el equipo a la espalda y dieron un paso adelante. El equipo de Luis Enrique aguantó el tipo gracias a Piqué, Iniesta, Messi y Ter Stegen. Los cuatro salieron al rescate de su equipo en los momentos más dífíciles del partido. Aunque ningún jugador blaugrana se escondió, lo cierto es que su aportación resultó fundamental y permitió que el Barcelona aguantase a un Sevilla que se veía ya levantando la Copa tras la expulsión de Mascherano. La salida de Mathieu tras el descanso también resultó fundamental en defensa.

BAJA: La parcialidad del árbitro. El colegiado madrileño Del Cerro Grande no utilizó la misma vara de medir frente a los dos equipos. Hiló muy fino en el agarrón de Mascherano a Gameiro, dejando al Barcelona en inferioridad numérica con una hora prácticamente por delante, y en cambio se desentendió de unas manos clarísimas de Rami cinco minutos antes, y no castigó la reiteración de agarrones y faltas con la que los jugadores del Sevilla frenaron los ataques blaugrana. Al árbitro no le tembló el pulso para expulsar a Mascherano y en cambio hizo la vista gorda y y permitió que el Sevilla se emplease con una gran intensidad en defensa durante la mayor parte del encuentro. Tardó 70 minutos en amonestar a un jugador sevillista. Para redondear su pésimo partido, tampoco estuvo acertado en los fueras de juego. Neymar se quedó sólo frente a Sergio Rico nada más empezar el segundo tiempo, pero se equivocó al anular la jugada. Del Cerro Grande ofreció todo un recital de desaciertos y estuvo a punto de desquiciar a los jugadores del Barça con sus continuos errores de apreciación y su falta de ecuanimidad. La expulsión de Banega, que fue inapelable, equilibró el partido.