Leipzig se estrena con empate

Forsberg anotó el 1-0 para el RB Leipzig

Forsberg anotó el 1-0 para el RB Leipzig / sport

Jordi Blanco

El RasenBallsport Leipzig, creado en 2009 odiado por la inmensa mayoría de los hinchas alemanes, se presentó en la Champions League cediendo un empate frente al Mónaco, en un partido repleto de intensidad y que pudo caer de cualquier lado, auque Benaglio salvó a su equipo en dos oportunidades de oro.

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Champions League

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Alineaciones
RB Leipzig
Gulacsi, Klostermann, Orban, Upamecano, Halstenberg, Ilsanker, Demme, Forsberg (Kampl 63'), Sabitzer, Poulsen (Agustin 80') y Werner.
Mónaco
Benaglio, Almany Toure, Glik, Jermerson, Jorge, Fabinho, Moutinho, Sidibe (Ghezzal 84'), Tielemans, Diakhaby y Falcao.

Huérfano de Naby Keita, lesionado en la ingle, Ralph Hasenhuettl no cambió la idea a través de la cual se hizo grande el Leipzig el curso pasado en su debut, triunfal, en la Bundesliga. Nervio, presión y velocidad. A través de esta triple fórmula los Toros Rojos mostraron por las claras al Mónaco sus intenciones, respondiendo el equipo de Leonardo Jardim con más paciencia... Y fortuna.

Fortuna por cuanto apenas transcurrió un minuto desde el excelente gol de Forsberg y la respuesta de Tielemans que equilibraba un resultado que pudo ser mejor para el Leipzig, que antes de los goles, minutos 33 y 34, pudo por medio de Werner avanzarse en el marcador.

La electricidad del conjunto alemán provocó problemas para el campeón de liga francés, al que le costó asentarse en el campo ante la pasión desbordada de una hinchada que hace siete años ni podía soñar verse en esta situación y cuyos aficionados más veteranos, probablemente, aún podrían recordar un pasado lejano con sabor europeo.

El equipo alemán disfrutó de una experiencia impensable hace siete años

Marco van Basten, el 13 de mayo de 1987, anotó el gol con el que el Ajax que dirigía Johan Cruyff derrotó al Lokomotive Leipzig, histórico club de la extinta RDA y que hoy malvive en la Cuarta División alemana. Apenas diez kilómetros separan su estadio, el Bruno-Plache-Stadion, del Red Bull Arena, donde los aficionados de Leipzig, gracias a Dietrich Mateschitz, el dueño de Red Bull, disfrutan de lo que nunca imaginaron.

Así explotaron a los 33 minutos, con la carrera de Forsberg que acabó con el 1-0, y no se vinieron abajo cuando apenas un minuto después Tielemans remachó con el pie el rechace milagroso del portero local a su primer remate de cabeza.

Así se alcanzó el descanso y se dio paso a una segunda mitad en la que el Mónaco, poco a poco, fue echándose atrás ante la mayor ambición germana, aunque manteniendo la calma merced a su mayor tranquilidad y paciencia con el balón.

Poco a poco fue controlando más el juego el equipo monegasco y, sin embargo, pareciendo superado, disfrutó de sus mejores ocasiones el Leipzig, salvando hasta en dos ocasiones Benaglio el 2-1 para mantener una igualada que acabó siendo un premio mayor para los de Jardim, por más que buscasen, también, la victoria hasta el último suspiro.