Champions League 2016/2017: Manchester City-Steaua

Delph sella el trámite del City en la noche de Hart

El Manchester City de Guardiola estará en el sorteo de la Champions tras una noche donde los focos estuvieron en el portero inglés (1-0)

Delph, celebrando su gol con Nolito

Delph, celebrando su gol con Nolito / sport

Pol Ballús

Seguramente el partido empezó una hora antes de que el árbitro silbara. Concretamente cuando el Manchester City comunicó su once inicial, que, junto a muchos teóricos suplentes, incluía a Joe Hart.  El portero inglés jugó sus primeros minutos oficiales con el nuevo técnico y apenas tuvo trabajo, pero la grada se volcó con él cada vez que tocó balón, culminando en una gran ovación tras el pitido final.

Y todo esto el día en el que Claudio Bravo pasó el reconocimiento médico con el club. A lo que el juego se refiere, un solitario gol de Fabian Delph dio al equipo el simbólico triunfo en un partido que sirvió de rodaje para los jugadores. 90 minutos más de juego para unos jugadores que trabajan para adaptarse a unos automatismos totalmente diferentes.

La idea de los rumanos en el partido fue clara. Reghecampf planteó un partido claramente defensivo, encerrando sus once hombres a campo propio durante muchos minutos. En un primer tiempo poco transcendente, los dos centrales locales capitalizaron la posesión del balón. Stones y Kolarov dirigieron la salida de balón de un City poco fluido, en el que ellos eran de los pocos hombres en campo del teórico once titular de Guardiola. El serbio ha sido una de las revelaciones de este inicio. Su nombre figuraba en muchas de las quinielas de potenciales transferibles, pero su reconversión a central y su buen desempeño han sido merecedores de la confianza del entrenador.

Nolito fue el único que se amenazó al meta Cojocaru durante el primer tiempo, con un tiro inocente. Poco más en un periodo donde las órdenes de Guardiola durante se centraron claramente en su línea defensiva. La mejora en la fluidez de la salida de balón es una de las grandes obsesiones del técnico, y Stones apunta a ser su extensión en el césped. El reciente fichaje del club es el receptor de múltiples órdenes por parte de Pep en cada partido que juega. A nivel de creación, sin embargo, el juego no conseguía fluir en el centro del campo formado por Fernando, Delph y Yaya Touré. El marfileño fue otro de los retornos de la noche, luciendo un mejorado aspecto físico.

Tras el descanso, el City imprimió un ritmo superior a su juego y empezó a ganar presencia en el área de los rumanos. Delph dio el primer aviso al mandar un disparo al cuerpo del portero. A la siguiente no perdonó. Navas trazó una incursión por la banda para acabar centrando el balón. En el área lo esperaba Fabian Delph, que cruzó con acierto la pelota al fondo de la red.

El tanto dio tranquilidad al equipo y a la afición, que se centró aún más en animar a su portero. En la banda, Guardiola aprovechó para dar minutos a varios canteranos. El lateral Maffeo completó los noventa minutos en el lateral derecho a un muy buen nivel, y tras el gol llegó el momento para Angeliño y Adarabioyo. Un premio para los tres jóvenes que han seducido más al técnico catalán y que ya tuvieron una destacada presencia en la pretemporada del equipo.

Con la tranquilidad del resultado, el enfrentamiento se convirtió en una muestra de respeto y cariño de la afición a su portero. Joe Hart encadenó celebraciones en cada balón que tocaba, y fue el motivo de dos ovaciones espontáneas durante el partido. Pep le abrió las puertas a quedarse en el club si así lo deseaba para luchar por un puesto y mejorar en su filosofía de juego. “Soy plenamente consciente de lo que significa Hart para este club. Sé que cometo muchos errores, pero estoy aquí para tomar decisiones” declaró Guardiola, que ha tomado su decisión: En las próximas horas se anunciará el fichaje de Claudio Bravo, ayer presente en la ciudad deportiva del City para cerrar todos los flecos de su fichaje. Ahora tendrá que decidir Joe Hart: o quedarse para luchar por una plaza como segundo portero, o dejar de jugar por una afición que tanta devoción le demostró.