El City de Pep brilla en la locura

El Kun Agüero marcó así uno de sus dos goles ante el Mónaco

El Kun Agüero marcó así uno de sus dos goles ante el Mónaco / AFP

Pol Ballús

El Etihad Stadium fue el escenario del espectáculo futbolístico más vibrante que ha dejado la Champions League en la presente campaña. Manchester City y Mónaco se entregaron en una pelea cuerpo a cuerpo, con dos conjuntos destinados a dominar a su oponente, y el resultado fue una explosión de errores, goles, giros de guión. El vencedor fue el City de Pep Guardiola, errático y brillante a la vez, apoteósico ganador a base de fútbol de un partido que consolida en Inglaterra la idea del de Santpedor.

El choque fue recibido con la mayor de las expectaciones, algo inhabitual en Manchester en Champions. Y el partido no defraudó. Jardim no se amilanó y salió desde el arranque a buscar al Manchester City dónde más le duele: en la primera fase de salida de balón.

Silva y De Bruyne condujeron las primeras llegadas del City, acompañadas por la profundidad en Sterling y Sané, y por aquí golpearon primero. Sané se zafó de dos marcadores para combinar con Silva. El canario le devolvió la pared, y Leroy solo la tuvo que poner cruzada para que empujara a gol Sterling antes de la media hora. 

Tras el primer tanto, aparecieron Mbappé y Bernardo Silva y los franceses encontraron recompensa. Caballero erró sacando el balón, lo entregó a Bernardo Silva y este cedió para Fabinho en banda para que centrara. El visitante la puso para Falcao, que renació en la ciudad que le vio apagarse con un cabezazo en plancha imparable. 

La igualada dio inicio a la primera acción polémica del partido, cuando Agüero fue derribado por el meta Subasic, pero Mateu Lahoz sancionó al ‘Kun’. El estadio enfureció y el City se descolocó en mal momento, porqué recibió un duro revés antes del descanso. En una clara falta de atención defensiva, una falta servida rápidamente dejó en posición franca a Mbappé. El francés evidenció a Otamendi y fusiló Willy para enmudecer al Etihad.   

En la primera llegada tras el descanso, Mateu Lahoz señaló penalti para los franceses. Otamendi derribó a Falcao, pero apareció Willy Caballero para detener la pena máxima. Su parada ganó importancia cuando, pocos minutos después, Agüero volvió a equilibrar. Lo hizo superando a la defensa con un profundo desmarque, y con la colaboración del portero Subasic. El ‘Kun’ mandó un tiro cruzado casi inofensivo, pero el meta croata erró y se la introdujo a gol.

El partido estaba esperando al siguiente error, a la siguiente genialidad. Esta fue un latigazo de Falcao. El ‘Tigre’ le ganó la partida a un flojo Stones y definió con una suave vaselina que Willy solo pudo contemplar. 

El Mónaco se volvía a avanzar, 2-3, y ponía sobre la lona al City. Sin embargo, a partir de entonces las debilidades locales quedaron compensadas por la personalidad y la fe en la idea de Pep. Avanzaron líneas e imprimieron agresividad en su juego, llevándole a culminar una apoteósica remontada. Ayudó la fortuna a balón parado. Agüero marcó su segundo tanto a salida de un córner, empalmando una potente volea. Los de Manchester no dejaron de insistir, y volvió a ser en un córner cuando llegó el cuarto. En este caso fue Stones, que enmendó su error en el tercer gol visitante rematando a gol desde el segundo palo.

La explosión de las gradas fue espectacular, tan incrédula como sincera, que prolongó su estado emocional al ver la rúbrica al maravilloso espectáculo visto sobre el verde. Leroy Sané completó una excelente actuación anotando el quinto y definitivo gol. El City golpea primero en uno de los mejores partidos de su historia en Europa.