Cavani se reivindica y da al PSG el primer asalto ante el Chelsea

La Champions League siempre tiene deparadas grandes sorpresas para los amantes del fútbol y el guión del PSG-Chelsea era de los buenos. Edinson Cavani, señalado por todos los focos en París tras unos meses muy convulsos coqueteando, incluso, con la indisciplina, volvió a ponerse el disfraz de 'Matador' para permitir que el PSG se llevase el primer asalto de los octavos ante un Chelsea que se mantuvo en pie y no llegó a besar la lona pese a las intensas acometidas locales. 

El 2-1 de Cavani fue un premio insuficiente para un PSG que siempre llevó la iniciativa. Los ‘blues’, en cambio, tenían muy interiorizada la hoja de ruta dispuesta por Hiddink: recuperaciones y rápidas transiciones. Blanc lo había previsto y la presión local sobre la defensa londinense era asfixiante. Así llegarían las primeras ocasiones con disparos de Verratti y Lucas Moura desde fuera del área. Di María e, incluso, Maxwell con sus incorporaciones por banda se sumaron al vendaval ofensivo parisino. Enfrente, sin embargo, la figura de Courtois se hacía gigante de forma paulatina. Un protagonismo que espolearía a Trapp en la otra portería. El meta del PSG salvó los muebles al tirar de reflejos para, con la ayuda del larguero, salvar un claro cabezazo a contrapié de Diego Costa tras aprovechar un buen centro del joven Baba Rahman desde la izquierda y ganarle la espalda a David Luiz.  

OBI MIKEL, HÉROE Y VILLANO

El marcador no se movía pero el Chelsea empezaba a crecer, ayudado por un despertar de Pedro y Hazard que fue efímero. A cinco minutos para el descanso Ibrahimovic desbarataba los planes de Hiddink abría la lata con un afortunado tanto a balón parado. El disparo del sueco rozó en Obi Mikel -que había cometido la falta sobre el sueco- y superó a un Courtois que ya se había vencido en la otra dirección. Pero las alegrías durarían muy poco para los locales. En el añadido encajarían un mazazo en toda regla con el empate del propio Obi Mikel. Diego Costa peinó un saque de esquina botado por Willian y el nigeriano no perdonó.  

LA PIZARRA DE BLANC 

El empate no le valía al PSG. Su mayor apuesta ofensiva no estaba teniendo premio y, para colmo, Trapp tuvo que volver a exprimirse al máximo en un mano a mano con Costa. Sería un simple aviso. El PSG volvería a tirar de artillería para bombardear la meta defendida por Courtois. La solución estaba en el banquillo y Blanc no dudó en enterrar las rencillas del pasado para recurrir a ella. Cavani entraba por Lucas en el 74 y, cuatro minutos después, aprovechaba un gran pase al espacio para batir al coloso belga por debajo de las piernas. La entrada de Rabiot y, especialmente, Pastore dejó al PSG a las puertas de un tercer tanto que podría haber resultado definitivo. El 2-1 hizo justicia pero deja todo abierto para la 'final' de Stamford Bridge.