Las claves de Pep

Guardiola: "Somos admirados porque nos flipa el fútbol"

El técnico del Barça explicó algunas de las claves de su método y el secreto del poder de seducción del Barça

Javier Giraldo

Más allá de los títulos, el secreto del Barça reside en la pasión con la que sus jugadores viven el fútbol. “Por eso hemos sido admirados y respetados durante estos cuatro años, porque a mis jugadores les flipa el fútbol”. Lo explicó Pep Guardiola en el encuentro que ayer mantuvo con empleados e invitados del Banc Sabadell en el Palau de la Música de Valencia y que se prolongó durante una hora y media. El técnico del Barça destacó la importancia de vivir el trabajo con pasión y puso un ejemplo cercano.

“En el partido en L¿Hospitalet se comprobó cómo a mis jugadores les flipa el fútbol, cómo lo llevan en las entrañas. Tres días después tienen un partido en Wembley, pero Xavi, Iniesta o Villa corrían como siempre. Si no les gustase esta profesión se habrían reservado, pero por eso somos admirados”, dijo Pep sobre sus jugadores, “que por eso forman una generación única de futbolistas. Todo forma parte de la pasión, de la vocación y a estos jugadores les sale de dentro jugar al fútbol, lo llevan en la sangre”.

También por eso los jugadores de la cantera mimetizan con sus ídolos. “Ven cómo se comportan los del primer equipo, los ya consagrados, y ven qué significa competir”, añadió.

Guardiola también apuntó que a lo largo de su trayectoria ha aprendido más “del fracaso que de las victorias y los títulos” y subrayó que “lo que te da la motivación es encontrar la manera de seguir aprendiendo a pesar de ganar”.

En respuesta a una pregunta sobre las salidas del Barça de Eto¿o, Ibrahimovic y Bojan, Pep admitió que “viéndolas desde el presente, hay decisiones que quizá corregiría, pero en el momento en que se dan, uno tiene que decidir y asumir las consecuencias”.

Sobre el ganador de la Liga, Guardiola reconoció que “por diferencia presupuestaria” la lucha se reduce a Barça y Madrid. “Decir lo contrario sería demagógico”, matizó, antes de reconocer que sin un presupuesto como el del Barça sería imposible aspirar a tantos títulos. “Está claro que con cuatro millones sería imposible”.

En plena campaña electoral, Pep tumbó de golpe todas las voces que le sitúan como uno de los posibles líderes políticos del futuro. “Nunca sería político”, argumentó, “porque la pasión que tengo por el fútbol no la tengo por la política y eso me haría ser un mal gestor”.

Pep, que se mostró distendido y cómodo a la hora de interactuar con el público, no se olvidó de elogiar a Messi (“nunca he visto a un jugador como él, ni creo que lo vea”) y recalcó que en su día a día intenta “no traicionar los principios básicos de la institución en la que crecí” ni intenta “cambiar el legado de mis precedesores en cuanto a estilo de juego”.