Sevilla - FC Barcelona (21 h. - C+)

Ganar al Sevilla tiene premio

El Barça llega tercero en la tabla a Sevilla tras una semana marcada por el debate sobre la asistencia al Camp Nou pero podría salir líder en caso de ganar

Dídac Peyret

Necesita el Barcelona un arrebato de fútbol y una victoria ilusionante. Así lo exige el escenario liguero (un triunfo hoy le daría el liderato tras la derrota colchonera de ayer) y sus circunstancias. Vive el equipo momentos de cierta desazón tras las últimas actuaciones y la inercia de la hinchada, menos entusiasta que de costumbre en su afluencia al Camp Nou con un Barça más rutinario, lejos de la excelencia de su época dorada. La incomprensión comienza entre los futbolistas que no entienden el ‘aislamiento’ de la afición y reivindican un legado espléndido. Tampoco Martino parece conforme con la crítica al equipo y cierra filas con los suyos. 

Entiende el técnico que falta equilibrio en la valoración del equipo y que el extremismo es un mal compañero de viaje. El argentino paga el peaje de la comparación constante y trata de amoldarse a un club convulso, con tendencia a la autodestrucción, como demuestra la salida ‘express’ de Rosell. El equipo es motivo de análisis y hay unanimidad en pensar que no existe un descalabro en el juego, pero también se sabe que hay menos pasióny se ha perdido brillantez por el camino. La situación invita a la reacción del equipo (el Barça se ha dejado siete puntos en las últimas cuatro salidas). Más aún frente a un rival como el Sevilla y tras los resultados de ayer.

Frente a la adversidad este equipo acostumbra a reivindicarse y el partido de hoy augura dificultades. Lo sabe Martino y lo sabe el equipo. No lo pondrá fácil el conjunto de Emery, un equipo con nervio, a veces extraperlistas, siempre dispuesto para la batalla. Las victoria del Madrid y la derrota del Atlético avivan la sensación de urgencia en un Barcelona que trata de reponerse a la inesperada derrota liguera frente al Valencia. Ni siquiera el triunfo copero ante la Real Sociedad ha logrado borrar el escepticismo con el desempeño del equipo. El conjunto azulgrana comenzará el partido tercero en la tabla y un nuevo contexto: el Madrid como líder provisional. La situación es a día de hoy circunstancial, pero ya se sabe que ambos clubs funcionan como vasos comunicantes. Ayer el conjunto de Ancelotti ofreció otra exhibición de pegada, pues ya se sabe que este Madrid está creciendo ofensivamente en cada partido. 

El Atlético, a su turno, dio la gran sorpresa de la jornada con una derrota inesperada (2-0) ante el Almería. El resultado ofrece la posibilidad de un triple empate en cabeza si hoy el Barcelona logra los tres puntos. El conjunto azulgrana lidera la diferencia de goles (+43 del Barça por +41 del Madrid y +40 del Atlético), por lo que una victoria le haría líder. 

Avisó ayer Martino que el Barça ya no tiene margen de error y el equipo necesita recuperar algunas de sus piezas diferenciales. Mejorar el despliegue de Messi parece una urgencia para competir con los mejores. A la espera de Neymar, el Barça necesita que el argentino recupere el entusiasmo y la confianza. 

Existe preocupación en el barcelonismo con el rendimiento del argentino en una temporada atípica y una versión menos exuberante de La Pulga. Acostumbrada a cantar sus goles, la hinchada asiste sorprendida a una versión más asistente de La Pulga. Más mediocampista que delantero en los últimos encuentros. 

La fiabilidad del sistema defensivo es otro motivo de preocupación. El equipo luce demasiado largo en ocasiones y Busquets sufre un mundo para corregir espacios. Frente al Sevilla vivirá el Barça una nuevo examen. Esta vez fuera de casa y con más urgencias que de costumbre. La inesperada derrota del Atlético obliga a los de Martino a dar un paso adelante. La victoria hoy tiene premio.