La estrategia del Gremio para encarecer el precio de Arthur

Joaquim Piera

Joaquim Piera

El Gremio no va a denunciar el caso de la camiseta de Arthur a la FIFA. Las amenazas del director jurídico del club gaucho, Nestor Hein, quedarán en las fonotecas y hemerotecas para salpimentar el episodio.

El agente del jugador, Jorge Machado, había avisado con antecedencia que Robert Fernández, con André Cury, comerían el viernes en Porto Alegre con el centrocampista y su entorno personal y profesional. El presidente del club gaucho, Romildo Bolzan, así lo ha confirmado públicamente a todos los medios de comunicación que ha atendido.

El Tricolor gaucho es consciente que a Arthur tendrá un recorrido muy corto en el fútbol sudamericano, por la presión de los grandes europeos, el Barça el primero de ellos y mejor colocado.

Los aspavientos de los dirigentes del Gremio van en una misma dirección: escenificar el cabreo con el Barça, anunciar a bombo y plantillo que no habrá negociación y remitir a la cláusula de rescisión de 50 millones de euros. El episodio de la camiseta está siendo utilizado para intentar sacar una mayor tajada.

La plantilla campeona de la Libertadores está confeccionada, principalmente, por recortes descartados por otros grandes brasileños, que, diligentemente, han ofrecido su mejor versión. Solo hay dos productos de exportación: Arthur, y el mediapunta Luan, en la agenda del Barça en verano de 2016, ahora elegido mejor jugador del torneo continental.

El Gremio frenó, este año, la salida de Luan al fútbol ruso y consiguió renovarlo hasta 2020. A sus 24 años, su mercado en Europa empieza a empequeñecerse. Su extraordinaria Libertadores, en qué marcó 8 goles, puede revalorizarlo, pero en ningún caso llegará a la cotización de Arthur, que a sus 21 años tiene aún un gran margen de crecimiento

Con este escenario, el Gremio apuesta todas sus fichas en intentar vender a Arthur, del cual solo detiene el 60% de sus derechos económicos, al mayor precio posible, y eso solo será posible organizando una subasta.