1964: El día que Kubala volvió al Camp Nou de blanquiazul... y fue abucheado

Kubala volvió al Camp Nou como jugador del Espanyol

Kubala volvió al Camp Nou como jugador del Espanyol / BARÇA

El sí de Kubala al ‘eterno rival’, que acababa de regresar a Primera División, causó estupor en buen parte de la afición barcelonista. No podían imaginar a su gran ídolo vistiendo de  blanquiazul. Era, para muchos, una traición en toda la regla. Laszi recibió no pocos improperios y alguna que otra amenaza. Y algún insensato hasta apedreó su casa.

Los ánimos fueron calmándose pero quedaba una auténtica prueba de fuego; su visita al Camp Nou como españolista. Llegó muy tarde, en la penúltima jornada de Liga, el 19 de abril de 1964. En los días previos al partido se especuló sobre su ausencia pero el de Budapest no quiso faltar a la cita. A fin de cuentas, el Espanyol no estaba todavía salvado. Había disputado todos los partidos menos uno y marcado siete goles. Lógicamente notaba la edad -36 años- y la inactividad pero aún había ofrecido destellos de su inigualable clase. 

Estaba por ver cómo iba a recibirle el público que le había idolatrado más de una década. El plebiscito tuvo un claro resultado. Sólo saltar al césped ya escuchó los primeros abucheos que se recrudecieron cuando Manel Vich pronunció su nombre por los altavoces del Estadi. Kubala, afectado sin duda, por la incomprensión de la afición blaugrana, pasó prácticamente desapercibido. Carles Barnils, en la crónica de la revista ‘Barça’ resumió así su actuación: “Su alineación fue un error psicológico. Su presencia en el campo incitó a los jugadores azulgranas a la superación, mientas obligaba a sus compañeros a emplearse con guante blanco para no provocar más al irritado público”.

Ciertamente fue uno de los derbis más limpios de la historia y, también, más desequilibrados. El Barça, que abrió el marcador a los 4’, se fue al descanso ganando 4-0, con ‘hat-trick’ de Cayetano Re y una diana de Kocsis. Y Sigfrid Gràcia, en la segunda mitad, redondeó la cuenta. Con el triunfo se aseguró el subcampeonato. El título lo había perdido quince dìas antes cayendo en casa ante el Madrid y su fiel aliado, el árbitro Ruiz Casasola. El Espanyol se salvó ganando al Sevilla en la última jornada (1-0), con gol de  Martínez Vilaseca, futuro técnico barcelonista.