Cesc-Xavi: Cuando el gol llega desde la segunda línea

A falta de los goles de Messi, Cuenca o Alexis, el Barça recurrió anoche, en el momento más oportuno, a los jugadores de segunda línea. aparecieron Cesc Fàbregas y Xavi desde la medular para acabar de sentenciar al Valencia, darle una alegría al barcelonismo y de rebote, conjurar el peligro.

Fueron, además, goles muy terapéuticos en el plano individual: Cesc no marcaba desde hacía exactamente un mes, en Cornellà ante el Espanyol, y había encadenado varios partidos sin pisar área rival y por lo tanto, sin sacar a relucir esa chispa que le convierte en un jugador diferente. Curiosamente, celebró su gran partido regalándole la camiseta a uno de los `mossos d¿esquadra¿ que supervisaba la seguridad en el Camp Nou.

También para Xavi el gol fue sinónimo de alivio. El centrocampista de Terrassa no había jugado ni un minuto en la ida ni ante la Real Sociedad en Liga: su cuerpo pedía un alto en el camino y en su regreso, resultó decisivo con el gol que acabó por cerrar la eliminatoria, a falta de diez minutos para el final del partido. No fue un gol cualquiera para Xavi, que igualó su mejor marca goleadora en una temporada completa (los diez goles que marcó en la temporada 2008-09) marcando su décimo gol de la temporada, repartidos en cuatro competiciones: 6 en Liga, 2 en la Copa, uno en la Champions y otro en el Mundial de clubes.

Si los números de Xavi asombran, los de Cesc no son menos. El de Arenys jugó ayer su partido número 30 con el Barça y ya suma 15 goles.

Además, es el Pichichi del Barça en la Copa del Rey, con tres goles y nada menos que siete asistencias. A Cesc le quedan partidos suficientes por delante para igualar su mejor registro goleador, los 19 goles (15 en Liga y cuatro en la Champions) que anotó como jugador del Arsenal en la temporada 2009-10.