Un libro cuenta el camino al éxito del barcelonista

"Alexis es como uno de esos perritos de la calle"

El libro 'Alexis, el camino de un crack' (Ediciones B) de Danilo Díaz y Nicolás Olea repasa toda la vida de la estrella barcelonista desde sus inicios

Tomàs Andreu/Juan Manuel Díaz

Alexis Sánchez ha recorrido un largo camino desde su Tocopilla natal hasta el Camp Nou. Danilo Díaz, junto a Nicolás Olea, han recuperado su odisea para los lectores. “Alexis está convencido de que llegará a ser el mejor jugador chileno de la historia”, explica Danilo, “y por eso se marca como reto ganar con el Barça la Champions, el Mundial de Clubs, un par de Ligas...”. El coautor de la obra dice que su compatriota “sabe muy bien lo que es el Barça y asume su rol. Quiere ser protagonista pero aportará constancia y trabajo para que brillen sus compañeros”. Éste es un extracto del libro:

Una de `monitos animados¿

Se levantaba a las ocho de la mañana y se venía temprano al estadio. No le gustaba estar en su casa, entonces llegaba a hacer pesas y a jugar con el balón. Entrenaba con nosotros y después se quedaba peloteando con el Mati Fernandez. Se iba del estadio como a las tres de la tarde. Nos contaba que almorzaba y luego dormía siesta como hasta las siete y media, cuando se levantaba para ver monitos animados (dibujos animados). Le encantaban los `Supercampeones¿ (`Oliver y Benji¿). En realidad todos los de su edad los veían, se creían sus personajes. Yo nunca los vi. Después, se quedaba chateando hasta la madrugada, hasta que se dormía. Nunca le importó andar conociendo mujeres. Eso era más de Vidal. Pero él vivía junto con Felicevich y un día nos contó que habían llegado a verlo dos argentinas. Las minas ricas¿ están exquisitas, dijo y le pedimos que las encarara. Pasaron unos días y nos contó que había visto una película con ellas. Estaba pasadísimo de revoluciones. Le preguntamos qué película era y nos dijo que era una de monitos animados: Cars.

Un año de aprendizaje

Luego seria el turno de Marcelo Bielsa. En la seleccion chilena, el Loco comenzo a reforzar las habilidades de Alexis en una posición definida. “Usted es 7, 9 u 11, pero en ningún caso 10, ¿me entiende?”, le dijo el rosarino antes del partido contra Israel, en marzo de 2008.

El pasaporte de River

En febrero de 2009, en el marco de la fecha FIFA, la selección chilena visitaba a la de Sudáfrica en la ciudad de Polokwane. (...) Todo iba bien hasta que Sánchez se dio cuenta de algo grave: Su pasaporte estaba vencido. Era domingo y de noche. Mucho no se podía hacer (...) Pero entonces Alexis saca su ingenio, esa frescura bien entendida, con la simpatía que lo caracteriza, y nos dice: No se preocupen, acá la vamos arreglar (¿) y entonces se acerca al tipo de Migraciones y le pregunta:

¿Amigo, ¿a usted le gusta el fútbol?

¿Sí, le responde el señor.

¿¿Y de qué equipo es?

¿De River.

En ese momento Alexis me agarra del hombro y le dice al funcionario:

¿Mire, dos glorias de River junto a usted. Un grande, Berizzo, me imagino que lo conoce. ¿Cómo no nos va a dejar salir?

Fue tan graciosa y sorpresiva la salida que el señor se largó a reír. Ahí Alexis no lo soltó, y le daba con lo de las dos glorias riverplatenses juntas para usted. (¿) Le cayó tan bien el cuento al tipo que después de un rato nos llevó a una oficina, nos dijo que haría una gestión con una papeleta, algo muy excepcional, que casi nunca se hace, pero que, por la situación, se extendería un certificado. Así pudimos salir del país, pero fue algo increíble¿

Primeros pasos en Italia

Marcelo Salas cuenta que antes de que viajara se juntó con él y le escribió varias frases. “En tres hojas le puse las cosas básicas para que no tuviera problemas: pásame las medias, pásame los zapatos, a qué hora entrenamos, dónde concentramos. Cuestiones sencillas porque, cuando llegas, cuesta integrarte”. Sánchez se lo tomaba con liviandad. Con 19 años, se dedicaba a descubrir el Viejo Continente. De 2008 es la anécdota que el propio futbolista contaría dos años más tarde. “Jugabamos contra el Milan y me salude con Shevchenko, que siempre me hacia goles en el PlayStation. Lo vi y le dije: Fiera, tú siempre me haces goles”, recordó en Canal 13.

“Lo sabe todo”

La explicación ofrece coherencia: “Alexis es como los perritos de la calle: sabe todo, mira, observa y hace la composición. Jamás te deja mal parado, aunque sea en el lugar más humilde o en el más emblemático”.

Debut frente al Madrid

Alexis salió al calentamiento y se acercó al otro debutante ante el cuadro galáctico, el canterano Thiago (Alcantara). Se entretuvo, hizo cabriolas. Luego enfiló hacia el camarín. Minutos después, los dos equipos estaban formados junto al cuarteto oficial. Se llevó la camiseta a la cara y derramó lágrimas delante de las 90 mil personas que llegaron a la calurosa velada. El recuerdo de José Delaigue (su tutor) estaba presente. Fueron pocos segundos. Alexis se descubrió la cara y se secó la mezcla de lágrimas y sudor.

La pasión de `AS7¿ por `BSB¿

La devoción de AS7 por los Supercampeones sólo se asimila a la que tiene por otros ídolos de juventud, como los norteamericanos Backstreet Boys. Ellos también ocupan un espacio en su casa de Cataluña. “Hoy es más famoso que ellos, pero nunca se ha dado el momento de conocerlos”, dicen en su entorno.

¿Campeones del mundo?

Por eso, en la primera entrevista larga que hice a Alexis Sanchez (cuando no era imposible que hablara) me quedé con la verdad de una frase que aún no deja de botear: “Tenemos un tremendo equipo. Hay jugadores jóvenes muy buenos y nos va a ir bien en el Mundial de Sudafrica. Yo quiero ser campeón del mundo”. Me lo dijo en abril de 2006. Tenía 17 anos.

Ronaldinho y PlayStation

La anécdota pertenece a Francisco Pina, compañero de serie en Cobreloa:  “Alexis tenía un disco, un DVD pirata que estaba todo rayado de tanto verlo. Eran las jugadas y goles de Ronaldinho, su ídolo. Si lo vio mil veces es poco”.

Spicto le descubre (2003)

Era chiquitito, flaquito y lo tiramos a los leones. Pero ocurre que la única manera de observar a los muchachos es haciéndolos jugar. Entonces daba casi cuatro años de ventaja y quizás más, lo que a esa edad se nota bastante”, recuerda el entrenador. “Fue un espectáculo impresionante. Alexis entró, agarró la pelota y los volvió locos a todos.  No se la podían quitar. “Este cabro es un crack”, pensé al tiro. Le tiraban cada patada y no arrugaba, aunque primero, sí, tenían que pillarlo”.

Llegada a Cobreloa (2005)

Estaban en el estadio Municipal de Calama cuando en el vestuario del plantel adulto un niño moreno, de sonrisa ancha y contagiosa, ingresa ingenuamente. “Epa, ¿qué pasa cabro? ¿Para dónde vas?”, pregunta una voz desde el interior del camarín. “Vengo a entrenar al primer equipo”, contesta el chico de manera inocente. El Niño Maravilla se incorporaba a la plantilla de Cobreloa sin conocer los ritos ni códigos del fútbol profesional. “Ya, pesca tus cosas y te vas al camarín de los cadetes, poto pelao. Allá tienes que cambiarte”.

Su debut en Primera

En las tribunas, la familia del Dilla asistía con orgullo al estreno calameño. Campitos, el paramédico de siempre en Cobreloa, tiene grabada la escena: “La abuelita de Alexis se ponía en un rincón, cerquita del córner. Llevaba una virgencita. “Cuídenme a mi nieto, cuídenme a mi nieto,” decía”.

Pianista por constancia

“En Paraguay estábamos en el hotel y había un piano. Vidangossy sabe tocar y siempre se sentaba ahí. Alexis lo acompañaba y se ponía a tocar. No sabía, claro, pero se quedaba harto rato tratando de que sonara algo. Y así fue que sacó dos canciones de mis tiempos. Eso me llamó la atención. Fue apenas con un par de dedos, muy básico, pero me quedó más que claro que cuando se proponía algo no paraba hasta lograrlo. Lo mismo sucedía en el juego: se le ponía entre ceja y ceja hacer una figura con la pelota y no paraba hasta que le salía. Constante, preocupado de crecer siempre, respetando la autoridad”.

Alexis mira su pasado

Es primera vez que me echan. No me gusta que me expulsen ni que me pongan amarilla, solamente me gusta jugar. Me pegan todo el partido y yo que no hago casi nada, me echan”. (Primera expulsión, ante Huachipato, 16-03- 2006). (¿) “Antes me molestaban más. Me decían garabatos y yo me reía. ¿Qué iba a hacer? Era chico. Me dan ganas de contestar, pero me quedo tranquilo. `Joga bonito¿, les digo. Se calientan mas todavía. No cacho tanto de jugadores, nunca estoy informado: de los diarios veo las puras fotos, nunca los leo, no me gusta. Los abro, veo la foto, el título, y los dejo. En Cobreloa siempre me preguntaban: `¿Alexis, contra quién jugamos, quiénes son los jugadores? Y no sabía. Reconozco que sirve saber, para ver qué tal es el defensa y poder pasártelo. Pero en la cancha uno debe hacer cosas diferentes. Uno no puede pensar qué hacer antes del partido”.

Alexis visto por Alexis

“¿Cuántos años estaré en Italia? Dos. Después me gustaría jugar en España, en Barcelona o Real Madrid”. (¿) “Me dicen Dilla porque viene de ardilla. Desde chico siempre andaba arriba de los árboles sacando las pelotas para seguir jugando. Así me dicen los que más me conocen”. (¿) “Cuando hago las publicidades siempre me gusta actuar bien, con alguna personalidad. Pero estoy jodido porque no sé inglés. Solo digo `take it easy¿, `piano, piano¿, `tranquilo, papá¿. Me gustaría ser actor de películas que vea todo el mundo, de esos detectives cancheros, o esos que trabajan en la NASA y saben todo. Pero hay que estudiar. Y es fundamental que te maquillen. Soy lindo, eso es lo fundamental”.

Alexis en Tocopilla y en Chile

La inversión de emergencia que el gobierno destino después del terremoto de 2007 fue de 30 millones de dólares, en cambio, por Alexis los catalanes pagaron alrededor de 38. “Alexis cuesta lo que vale su ciudad”, acota el periodista y narrador Rodrigo Ramos en su blog `Escritores desde el límite¿.